El ejército israelí informó de que está llevando a cabo una «operación precisa y selectiva contra Hamás» en el interior del hospital Al Shifa, el más grande de la franja de Gaza, que alberga a cientos de pacientes en una situación crítica y donde se refugian miles de personas.
En una declaración en las redes sociales, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron que la operación está «basada en información de inteligencia y una necesidad operativa».
La Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha mostrado «extremadamente preocupada» por los pacientes que se encuentran hospitalizados en el centro médico, donde testigos han relatado que las fuerzas de seguridad israelíes han utilizado botes de humo y han pedido a todos los hombres entre 16 y 40 años que se reúnan en el patio del hospital, según contaron al corresponsal de la BBC en Gaza.
«Las informaciones que llegan de la incursión en el hospital Al Shifa son profundamente preocupantes. Hemos vuelto a perder el contacto con el personal sanitario del hospital. Estamos extremadamente preocupados por la seguridad de sus pacientes», ha dicho el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Israel aseguró que sus fuerzas «incluyen equipos médicos y hablantes de árabe, que han recibido un entrenamiento específico para prepararse para este entorno complejo y sensible» y que la intención es que «no se cause ningún daño a los civiles que Hamás utiliza como escudos humanos».
También pidieron a “todos los terroristas de Hamás presentes en el hospital que se rindieran”.
Las FDI informaron que recientemente habían informado a las autoridades de Gaza de que toda actividad militar dentro del hospital tenía que terminar, pero que no fue así.
Hamás negó haber utilizado el hospital para sus operaciones y pidió que un comité internacional lo inspeccionara.
En un comunicado, calificó las acciones de las fuerzas israelíes de «crimen de guerra», «crimen moral» y «crimen contra la humanidad».
Agregó que Israel estaba atacando un centro civil y no instalaciones militares.
La BBC no pudo verificar de inmediato la información proporcionada por las FDI.
Dentro del hospital
Miles de civiles, incluidos pacientes y personal médico, se están refugiando en el hospital y sus alrededores.
Un testigo ocular dentro del hospital Al Shifa le dijo a la BBC en la madrugada de este miércoles que los soldados israelíes «dispararon una bomba de humo» dentro del hospital «que provocó que la gente se asfixiara».
«Vi a los soldados entrar en el departamento de cirugía especializada», dijo el testigo Khader Al-Zaanoun.
«Vi seis tanques dentro del hospital y más de cien soldados de comandos, entraron al departamento de emergencia principal, algunos de los soldados estaban enmascarados y gritaban en árabe ‘no te muevas, no te muevas'», agregó.
Un periodista que también se encuentra en el hospital contó que las fuerzas israelíes están yendo habitación por habitación, planta por planta, interrogando a todo el mundo -tanto al personal como a los pacientes- y están acompañadas por médicos y personas que hablan árabe.
Las personas que se han refugiado en el centro médico han sido obligadas a reunirse en el patio y algunas están siendo sometidas a controles de seguridad.
Añade que el ejército israelí tiene el «control absoluto» y que no se está produciendo ningún tiroteo.
Un portavoz del Ministerio de Salud de Gaza dijo que Israel les informó que «atacaría el complejo hospitalario de Al Shifa en los próximos minutos», según informó la cadena de noticias Al Jazeera.
Ashraf al-Qidra aseguró que funcionarios de Gaza habían informado a la Cruz Roja sobre la advertencia.
La Organización Mundial de la Salud advirtió este lunes que la situación en el hospital se está deteriorando rápidamente y, según algunas informaciones, hasta 200 cadáveres fueron enterrados en una fosa común.
La gente está muriendo después de que equipos hospitalarios vitales fallaran debido a cortes de energía, según dijo el director del centro.
Decenas de bebés prematuros y 45 pacientes renales que necesitan diálisis no pueden ser tratados adecuadamente debido a la falta de electricidad, según afirmó un portavoz de la OMS el lunes.
Rechazo de Estados Unidos
«No apoyamos atacar un hospital desde el aire y no queremos ver un tiroteo en un hospital donde personas inocentes, indefensas y enfermas, que intentan obtener la atención médica que merecen, quedan atrapadas en el fuego cruzado», dijo un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
También reiteró la petición que hizo el presidente Biden el pasado martes de que se deben proteger los hospitales y los pacientes.
Por otra parte, se supo que el presidente estadounidense Biden y el primer ministro israelí Netanhayu mantuvieron una conversación telefónica.
En un comunicado, la Casa Blanca informó que ambos líderes «discutieron extensamente los esfuerzos en curso para asegurar la liberación de los rehenes retenidos por Hamas, incluidos muchos niños y varios estadounidenses».
La incursión se produce pocas horas después de que Estados Unidos dijera, por primera vez, que su propia inteligencia respaldaba las afirmaciones de Israel de que Hamás había enterrado un centro de mando bajo el hospital Al-Shifa, afirmación rechazada sistemáticamente por el grupo gobernante en Gaza.
Hamás ha culpado a la Casa Blanca, diciendo que el presidente de Estados Unidos es, junto con Israel, «plenamente responsable» del ataque. Dijo que los comentarios de la inteligencia estadounidense habían proporcionado «luz verde» para que Israel lanzara su ataque.
«Casi un cementerio»
Israel dice que los combatientes de Hamás operan en túneles debajo del hospital, pero Hamás niega esa afirmación.
El personal que está dentro del hospital afirma que es imposible salir sin correr el riesgo de sufrir lesiones o morir.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó el lunes en X (antes Twitter) que «los constantes disparos y bombardeos en la zona han exacerbado las circunstancias ya críticas» en el hospital.
Múltiples informes desde el interior dicen que no hay comida ni combustible para hacer funcionar los generadores. La energía solar se está utilizando para alimentar algunos sistemas.
Christian Lindmeier, portavoz de la OMS, dijo el lunes que «en los alrededores del hospital hay cadáveres que no pueden ser atendidos, ni siquiera enterrados o llevados a ningún tipo de morgue«.
«El hospital ya no funciona como debería. Es casi un cementerio», aseguró.