Cleveland.-El tramo final de la temporada regular reflejó a la perfección cómo funcionan las constantes vitales de Cleveland Cavaliers.
Cuando LeBron James, Kyrie Irving y Kevin Love dejaron de jugar por descanso o recuperación, el equipo lo notó y, sobre todo, desfalleció.
Fue tal el descalabro, que perdieron ritmo y acabaron cediendo la primera posición de la Conferencia Este a Boston Celtics con cuatro derrotas consecutivas.
Obviamente, el caso contrario provoca un efecto opuesto: cuando el trío está sobre la duela, los Cavaliers son muy buenos, muy buenos, aunque no dan la sensación de que sean invencibles.
Tyronn Lue está apostando fuerte por sus jugadores más importantes en esta primera ronda de la postemporada ante Indiana Pacers (2-0) y es tal la utilización y el peso de su responsabilidad que el riesgo de cara a la series posteriores -en caso de pasar- es real.
La tentación es irremediable. James e Irving están especialmente acertados que alcanzaron los Cavs.
Sus números e influencia en el marcador son más propios de las Finales que de una ronda inicial.
Con los dos primeros partidos ante los Pacers en el bolsillo, parece que el esfuerzo de los Cavs está dando sus frutos.
*Por ESPN Digital