El Cairo.– Irak, Jordania y el Líbano condenaron ayer el “atentado terrorista” en Kerman, en el sur de Irán, donde más de cien personas murieron en dos explosiones en el cementerio donde se conmemoraba el cuarto aniversario del asesinato del poderoso general iraní Qasem Soleimaní en Bagdad a manos de Estados Unidos.
El Gobierno de Irak condenó en un comunicado el “acto terrorista” en Kerman, al tiempo que manifestó su “solidaridad con Irán, con su gobierno y con su pueblo ante este doloroso incidente”.
“Irak está dispuesto a proporcionar todo tipo de asistencia, de manera que alivie la gravedad de este acto cobarde criminal”, apuntó el Ejecutivo iraquí en la nota.
En la misma línea, el Ministerio de Exteriores de Jordania también tachó la acción de atentado terrorista y manifestó su “enérgica condena y denuncia” a “todas las formas de violencia y de terrorismo, especialmente aquellas que tienen como objetivo a civiles”.
Por su parte, el departamento de Exteriores y Expatriados libanés advirtió en otro comunicado de “la gravedad de este acto criminal y la posibilidad de que desestabilice la seguridad nacional”, al tiempo que trasladó su pésame a las familias de las víctimas y deseó una pronta recuperación para los heridos.
Tanto la agencia de noticias iraní Tasnim, vinculada al cuerpo de los Guardianes de la Revolución, como la agencia oficial IRNA (gubernamental) indicaron que fueron dos bolsas cargadas con explosivos y que detonaron a control remoto las responsables de la masacre.
Además, varias personas resultaron heridas en una estampida que se produjo tras la primera deflagración.
Las explosiones se produjeron en el cementerio donde miles de personas se concentraron para conmemorar la muerte de Soleimani, considerado en Irán un mártir de la revolución y que murió en 2020 en un ataque estadounidense con drones en el aeropuerto de Bagdad.