En tiempos de posverdad, “fake news” y “bots” como herramientas artificiales para tratar de crear percepción, no siempre con éxito, uno de los principios del periodismo como servicio público debería levantarse cual firme columna y tener más vigencia que nunca.
Me refiero a la duda, un elemento para mí más relevante y respetable que la denominada “objetividad”, que a veces es un campo de acomodamiento de prejuicios.
Los poderes querrán siempre asaltar los medios de comunicación con verdades concluyentes, enlatadas, sin contexto ni fórmulas claramente expuestas que permitan la verificación transparente de sus enunciados.
Quien suscribe es proveedor frecuente de contenidos de interés noticioso y, desde la perspectiva de ciertas corrientes de la consultoría en comunicación, el planteamiento que hago me perjudica.
Sostengo, sin embargo, que las exposiciones a medios de mis clientes elevarían más su nivel de credibilidad si son sometidas al estrés de las preguntas periodísticas profesionales.
Leila Guerriero, exquisita narradora argentina que prestigia la crónica, decía en una entrevista en 2017: “Para mí el periodismo es el lugar de la duda permanente (…) Un periodista tiene que ser una persona muy flexible y si va a un lugar tan convencido de lo que va a encontrar para mí es lo contrario a un buen periodista: es rígido, inflexible, no tiene ninguna capacidad para encontrar, hace preguntas para que le contesten lo que quiere escuchar”.
Enrique Arroyas Langa, experto en políticas mediáticas y estrategias informativas nos expresa: “La actitud que debería guiar siempre al periodista es la duda y la desconfianza ante cualquier certeza propia”. Pero no se trata de duda inútil, a ultranzas ni como elemento de chantaje, añadimos nosotros.
Volvamos a Guerriero: “La mirada siempre va a ser subjetiva, pero tiene que ser una subjetividad argumentada”.
Óscar de la Borbolla, escritor, poeta y conferencista mexicano, comenta en un artículo sobre la importancia de dudar: “La verdad es peligrosísima, trae con ella un germen de fanatismo, mientras que la duda trae un germen de inseguridad que ayuda a la convivencia”.
Periodistas, dudemos siempre y haremos grandes contribuciones al orden democrático y a la institucionalidad.