La puesta en circulación del libro con las memorias de Fafa Taveras será en la Biblioteca Nacional, el próximo martes 25 a las siete de la noche.
Los invito al acto, desde luego, pero mi invitación más importante es a recibir esa publicación pensando en el valor que reviste el que un personaje como Fafa, con una presencia y una participación tan larga y variada en la vida política nacional narre sus experiencias.
Hay que hacer un esfuerzo por recuperar y mantener la memoria histórica y conviene que cada quien haga su aporte.
La historia es una construcción colectiva, y es imposible que un solo narrador, un solo protagonista, un historiador por sabio y competente que sea, pueda contarla toda. Y como se trata de aprender de las lecciones que esas experiencias dejan, lo más saludable es aportar cada quien lo que sabe, lo que vivió, lo que recuerda, bajo la convicción de que lo suyo es tan solo parte del conjunto.
Los políticos dominicanos no son muy dados a relatar sus memorias y los de la izquierda, a la que a mucha honra y a mucho honor pertenezco, pecan del mismo descuido.
Esto viene de viejo. De los protagonistas de la Guerra de Restauración, tan solo el general Gregorio Luperón parecía tener sentido de la historia, como para dejar su versión de aquella epopeya. Muy pocos más se ocuparon de hacerlo y menos en la dimensión que él lo hizo.
Marcadas por la personalidad muy singular de aquel prócer, pero dejadas como una valiosa herencia a la cual es difícil no acudir al momento de investigar los sucesos de ese gran acontecimiento y aquella época.
Reitero que lo de Fafa es un resumen de su historia de vida, desde su infancia hasta la actualidad; pero al ser narrado dentro de sus referencias históricas, facilita el que además de las posiciones políticas del personaje, acerca de las cuales cada quien ha tenido y puede tener su opinión, se pueda seguir la sucesión de acontecimientos de los cuales se ha nutrido el proceso político dominicano de los últimos setenta años.
Los hechos de un hombre son las páginas de su historia y en estas memorias que salen a la luz pública, están expuestos muchos de los hechos con los que Fafa ha hecho la suya. Cada quien es libre de formarse su propio juicio, pero ahí está la obra escrita y eso, de por sí, tiene su gran valor.
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