Investigar en la universidad

Investigar en la universidad

Investigar en la universidad

David Alvarez

A La primera impresión que provoca en la mayoría la existencia de una universidad es la docencia. Es el lugar donde jóvenes y adultos aprenden una carrera o una especialidad. Pero esa imagen no es correcta.

La razón de ser de una universidad es la investigación, es decir, el esfuerzo por analizar los problemas que afecta a la sociedad, desde el estudio de la estructura y funcionamiento de la naturaleza, hasta las patologías sociales que ameritan una respuesta objetiva que facilite su solución.

Y desde la labor de investigación que desarrollan los miembros de la comunidad universitaria -estudiantes, docentes e investigadores- se despliega la docencia y la llamada extensión, que es el servicio de la universidad a la sociedad más allá de sus aulas y laboratorios.

Cuando una universidad no investiga y únicamente brinda docencia, necesariamente se vale de los logros de la investigación de otras universidades, pero carece de la calidad necesaria para generar nuevos conocimientos y su práctica educativa es repetitiva, sin sentido crítico.

Enseñar mediante la investigación es el punto de partida de una universidad que merece dicho nombre. Los aprendizajes están vinculados a la investigación que se desarrolla en su seno y el ejercicio de formación más significativo acontece integrando a los estudiantes a la investigación.

La investigación además demanda su publicación, es lo que llamamos la visibilidad de una universidad, porque es el producto de su labor más propia. El valor de la universidad se mide necesariamente por sus publicaciones fruto de sus investigaciones.



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