La obligación del Ministerio Público es detectar y perseguir los actos ilícitos. Para ello debe usar el método científico, buscando la verdad, no prejuiciado o actuando por simple sospecha, para construir una imputación a toda costa.
No puede, pues, tener un objetivo premeditado por cualquier interés alejado de la justicia, para imponer como resultado de la retórica, no de la dialéctica, propia de las ciencias procesales, un concepto encriptado de los hechos.
El Ministerio Público debe actuar objetivamente, buscando inspiración racional para averiguar la verdad, como objetivo del proceso penal, realizando pesquisas que respeten las reglas del método científico.
Por lo que el Ministerio Público no puede afectar la libertad de nadie sin ver toda la verdad, la que permite derivar probablemente la posibilidad de vinculación con un hecho delictivo como aquella que descarta la responsabilidad penal del investigado.
Por eso se llama órgano de investigación científico al Ministerio Público, por el método que debe emplear como lo han de hacer también sus instituciones auxiliares, pues toda infracción penal deja unos vestigios llamados indicios.
Investigar significa revelar esos vestigios, vocablo que significa hacer las diligencias, operaciones o actividades para descubrir la verdad, efectuar la policía y el Ministerio Público las averiguaciones necesarias para esclarecer un caso. Significa indagar, inspeccionar o averiguar para descubrir algo que no se conoce, explorar o escrutar para aclarar el comportamiento de ciertas personas sospechosas de obrar ilegalmente. Se trata de pistas que son necesarias recorrer para reconstruir lo sucedido. Son signos que cuentan una historia.
¿Cómo y dónde se puede observar la traslación de este ejercicio al ámbito jurídico a través de la probática, como conjunto de técnicas empleadas para la demostración de los hechos?
Cuando reconstruye la realidad durante la investigación, la pregunta que debe hacerse el Ministerio Público es si hace un verdadero ejercicio de lectura retrospectiva del acontecer causal, si rebobinó la película de la realidad.
De no hacerlo habrá un déficit preocupante de verdad, por el encapsulamiento de la investigación minuciosa y oficial sin hacer un ejercicio equilibrado, con lo que podría estar fabricando la verdad, según sus designios y no los de la justicia, como mandan la Constitución y las leyes.