SANTO DOMINGO.-La Tierra y el suelo guardan una estrecha relación y, aunque sinónimo una del otro, ambas tienen una marcada diferencia que, en cada caso, hay que aprender a valorar y cuidar en su justa dimensión.
Al conmemorarse este sábado 22 de abril el Día Mundial de la Madre Tierra, Héctor Garibaldis Pérez, director de Suelos del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, pone en contexto y especifica cuáles son los componentes de la primera y de qué trata el término suelo.
“Cuando hablamos de la Tierra nos referimos a un concepto más amplio que define el planeta y que engloba, agua, la atmósfera o el aire que respiramos, la biodiversidad y el suelo que es la superficie vinculada al área de producción, el suelo sobre la tierra, que nos permite sustentar los recursos naturales y la explotación propia de este”, explicó el especialista.
Afirma que, de acuerdo a las Naciones Unidas, el lema de este 2023 para la conmemoración es “Invertir en nuestro planeta” como una forma de seguir concienciando a la ciudadanía de por qué debe cuidar todos los recursos que existen sobre ella y así tener un globo terráqueo mucho más sano y libre de la contaminación que lastimosamente le afecta.
Esa máxima, de acuerdo con Garibaldis Pérez, equivale a ahorrar el agua, la energía, no contaminar los espacios o alterar la biodiversidad que existe en el suelo y representa una valiosa inversión, no sólo para el país y el mundo, sino para las futuras generaciones.
Reto
“El desafío más grande para con el planeta Tierra es la educación desde el punto de vista ambiental; tenemos que incentivar y tratar de que la gente entienda que debe mantener sano el espacio que ocupamos para convivir de forma natural, y un ejemplo es el proceso de sequía y esas alteraciones que sufre la Tierra”, detalló el funcionario.
Sin embargo, al ver tuberías rotas, personas derrochando el agua, cortando árboles sin criterios, modificando la biodiversidad con el uso indiscriminado de plásticos, le preocupa que estos contribuyen a la contaminación.
Significó que la descomposición de una botella plástica en el suelo dura décadas, igual si se lanza al mar matando las especies que sirven de alimento a los humanos y de equilibrio al ecosistema marino, en cambio, si se hace bien se impacta de forma positiva.
Citó el caso de la contaminación sónica cuando sobrepasa los 55 decibeles, sea por vehículos, motocicletas u altoparlantes con alta potencia que lesionan el ambiente.
Otro grave problema es la quema de bosques para desarrollar actividades de conuquismo, que posteriormente no los hace actos para seguir cultivándolos, porque con estas actividades y fruto de las escorrentías de las aguas de lluvias, los suelos se erosionan y desertifican.
Garibaldis aboga porque la Ley 368-22 de Ordenamiento Territorial, Uso de Suelo y Asentamientos Humanos esté cónsona con la protección de los recursos naturales para que suelos boscosos o agrícolas no sean destinados a proyectos urbanos.
Producción
— Buenas prácticas
Héctor Garibaldis, resalta que el Viceministerio de Suelos y Aguas desarrolla tareas de capacitación sobre conservación y buenas prácticas para proteger el suelo, igual creará parcelas para enseñar a producir sin erosionar.