Santo Domingo.– El Día Mundial de la Salud Mental continúa encontrando a la nación dominicana con una baja inversión y con falta de profesionales de la conducta en las zonas más alejadas del territorio.
A pesar de que diariamente en las calles se puede observar personas deambulando, con posibles problemas de la conducta, la inversión en salud mental, en su punto más alto, ha alcanzado apenas el 0.73 por ciento del gasto total en salud.
Esta situación ha llevado a organizaciones de la Alianza por el Derecho a la Salud (ADESA) a externar su preocupación ante el descuido en la atención y la poca coordinación de las autoridades sanitarias en torno a la respuesta a los trastornos mentales y las secuelas del Covid-19 en el país.
En ese sentido, el psicólogo Jairo Mercedes informó que de acuerdo a datos del Departamento de Salud Mental, del Ministerio de Salud Pública, luego del confinamiento por la pandemia alrededor de un 40 por ciento de la población sufre de trastornos de ansiedad y del estado de ánimo (llámese procesos depresivos).
No llega a todos
La atención en salud mental no está contemplada en la seguridad social, sólo se menciona en servicios ambulatorios, donde no especifica la cartera o catálogo de atenciones.
Además, en los centros de atención primaria, que es donde acceden con más facilidad las personas, no tienen concebida la figura del psicólogo como parte esencial.
Por esta razón Mercedes considera se dificulta que la población de las diferentes comunidades lleguen a las consultas de los hospitales, porque les queda muy lejos, lo que retrasa que reciban el tratamiento adecuado.
Al nivel privado
— Costo elevado
Jairo Mercedes sostuvo que una consulta, por más mínimo que sea, tiene un valor de 2,000 a 2,500 pesos al nivel privado, que lo hace poco accesible para las personas de escasos recursos que necesitan ir a chequearse.