Un factor clave que deben manejar a la perfección las súper estrella de cualquier deporte, es mantener la ecuanimidad por sobre todas las cosas, para no caer en ridículo o equipararse a los que vierten críticas ácidas, en especial cuando provienen de elementos que no tienen el mismo nivel.
En muchos casos, las provocaciones son de un tono tan hiriente, que muchos pierden el control y disparan misiles que en nada aportan a sus causas.
Me refiero a este tema, porque me agradó sobremanera, la respuesta de LeBron James a las críticas que realizó hace unos días el jugador de los Grizzlies de Memphis, Dillon Brooks, quien lo definió como un “viejo” que ya aporta poco en la cancha.
LeBron, muy bien asesorado o quizá, producto de la experiencia acumulada, dijo que no le respondería de ninguna manera, porque ha recibido ataques de esa y otra naturaleza de ciertos individuos, en todo el trayecto de su carrera.
Este tipo de comportamiento que adoptó Jemes ante ese “ataque” debe servir de ejemplo a otros que se “disparan”, echando a un lado el control y la inteligencia emocional, tras directas o indirectas de individuos con escasa o nula madurez mental, a los que definitivamente la envidia les lacera el alma.
RADARES.-El Comité Olímpico y el ministerio de Deportes no deben cejar en las indagatorias sobre las graves anomalías sobre el manejo de recursos que continúan fluyendo.