A mí me conviene tomarme frecuentemente un “Ubicatex” preventivo para recordar pequeñas verdades que son de inmenso valor.
Por ejemplo, asimilar una foto de un rinconcito del cosmos, cuyo diámetro es de mil años luz. Ese contexto y relatividad deberían bastar para ubicarnos, ponderando la insignificancia de la mayoría de nuestros problemas ante la vastedad de la creación.
El universo es todo el espacio y todo el tiempo y sus respectivos contenidos, incluyendo todas las galaxias, materia y energía.
Los conceptos de tiempo como distancia, y de materia como energía, son fascinantes. Nuestro planeta es menos que un átomo de un grano de arena en la más inmensa playa; frágil, diminuto y excepcional milagro, pues para todo ser viviente terrícola el cosmos entero es hostil e invivible.
¿No es realmente estúpido destruir nuestro hogar en el universo? La NASA publicó una imagen cuya proporción en nuestro cielo equivale a menos de 1.32% del área visible de la Luna; en esa foto cada puntico contiene más de mil millones de galaxias.