Puerto Príncipe.- Casi la mitad de la población de Haití (4,97 millones de personas de un total de 11 millones), afronta una inseguridad alimentaria aguda debido a la escalada de la violencia y la crisis económica, alertó este lunes la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), que pidió tomar medidas urgentes.
Conforme a las previsiones de esta agencia de Naciones Unidas, entre marzo y junio próximo, de esos 4,97 millones de personas que experimentan o pueden experimentar esa situación, 1,64 millones están en la fase 4 de emergencia de la ‘Clasificación Integrada de las Fases de Seguridad Alimentaria’ (CIF), lo que supone “un grave deterioro”, con 532.000 haitianos más en inseguridad alimentaria aguda en comparación con estimaciones previas para el mismo periodo.
Según un comunicado de la FAO, la población en situación de emergencia se concentra sobre todo en ocho zonas, entre ellas el valle del Artibonite (considerado el granero de Haití), las áreas rurales de La Grand’Anse, La Gonâve, la parte transversal del departamento del Oeste y los empobrecidos barrios capitalinos de Cité Soleil, Croix de Bouquets y Puerto Príncipe.
Entre los factores detrás de esta “crisis del hambre”, la FAO cita la escalada de la violencia de las bandas armadas, las crisis económicas, los bajos rendimientos agrícolas, las precipitaciones por debajo de la media, los efectos persistentes del terremoto de agosto de 2021, las sucesivas inundaciones y el reducido acceso a la ayuda humanitaria.
Precisa que la violencia “no sólo interrumpe la circulación de mercancías y restringe el acceso a los mercados, sino que también infla los precios de los alimentos esenciales en un contexto ya de por sí frágil».
En cuanto al clima, el fenómeno meteorológico El Niño agrava los problemas agrícolas, en especial a los productores, además de que los retrasos en la temporada de lluvias y el déficit de precipitaciones afectó significativamente el resultado de la temporada de primavera de 2023, que suele representar la mitad de la producción agrícola en Haití.
Todo ello impacta en los precios de los alimentos en el país más pobre de América y dificulta el acceso a los mismos- en 2023 la producción agrícola se desplomó alrededor de un 39 % en el caso del maíz, un 34 % en el del arroz y un 22 % en el del sorgo, en comparación con la media quinquenal.
Ante esta situación, la FAO advierte de “nefastas consecuencias si no se toman medidas urgentes para abordar las causas profundas de esta crisis».
En concreto, asegura que se necesita un apoyo urgente para impulsar la producción agrícola y ganadera y garantizar la disponibilidad y el acceso a los alimentos para las familias y comunidades agrícolas vulnerables, pues más del 75 por ciento de las personas con mayor inseguridad alimentaria reside en zonas rurales.
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