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SANTO DOMINGO.-Los rostros de alegría ni el entusiasmo de directivos, docentes y estudiantes no ocultó las deficiencias con que se inició el año escolar 2022-23, y en diversos casos el peligro que acecha a la comunidad educativa ante el deterioro de las estructuras físicas.
Ayer alumnos y maestros desafiaron las condiciones climáticas para integrarse a clases y aunque en muchos centros la asistencia fue muy buena, en la mayoría era baja, al tiempo que la tanda extendida se redujo a la mitad del tiempo porque el almuerzo y merienda serán distribuidas a partir del día tres de octubre.
