Sor Inmaculada Guzmán, directora del Centro San José, celebró que el año inició el “Día de la Paz”, lo que necesitan. YANET FÉLIZ
SANTO DOMINGO.-Los rostros de alegría ni el entusiasmo de directivos, docentes y estudiantes no ocultó las deficiencias con que se inició el año escolar 2022-23, y en diversos casos el peligro que acecha a la comunidad educativa ante el deterioro de las estructuras físicas.
Ayer alumnos y maestros desafiaron las condiciones climáticas para integrarse a clases y aunque en muchos centros la asistencia fue muy buena, en la mayoría era baja, al tiempo que la tanda extendida se redujo a la mitad del tiempo porque el almuerzo y merienda serán distribuidas a partir del día tres de octubre.
Escuelas, como en la Santaella, de Herrera, el Distrito Escolar 15 -06 aún registraba estudiantes por la sobrepoblación para luego reubicarlos.
Grietas
El común denominador de los planteles registra deficiencia en sus estructuras, algunas ponen en peligro la integridad física del personal administrativo y los niños como en la Francisco Xavier Billini de la Cayetano Germosén, donde al igual que en la Santaella “escampa afuera, y llueve adentro” dada las grietas y visibles filtraciones en los techos, esa situación es reiterativa.
Otros aunque lucen “excelente” y gozan de un manejo extraordinario por estar a cargo de las Hijas de María Auxiliadora, como es el Centro San José Salesianos en el Kilometro 9 de la Carretera Sánchez, igual carecen de butacas, mobiliarios y dispositivos electrónicos para dar valor a su modalidad digital.
Sor Inmaculada Mercedes Guzmán, directora, se gozó que de una matrícula de 620 alumnos llegaron 590, y que respondieron entusiastas.
En el caso de la Escuela Víctor Garrido Puello, una vez concluyó el acto de inicio, los alumnos permanecían ociosos en el patio porque pintaban y reparaban el sistema eléctrico.
La directora, Maritza Rodríguez, se mostró muy positiva y segura que el Minerd pronto les va a cumplir las demandas.
Radiografía
— Modelo
Pedro Soñé, director de Movearte, tiene dos edificios hechos hace cinco años y tienen grietas, filtraciones y más fallas, están dañadas pantallas digitales, faltan 300 butacas y almuerzo para cumplir horas.