CIUDAD DEL VATICANO.– El primer proceso por pedofilia en el tribunal del Vaticano comenzará el sábado, para juzgar a un exnuncio para República Dominicana, acusado de abusos sexuales a menores y posesión de pornografía infantil.
El polaco Józef Wesolowski ya fue sancionado en el plano canónico el año pasado, cuando el Vaticano lo expulsó del sacerdocio. Wesolowski está acusado de haber mantenido relaciones con menores cuando estaba destinado como nuncio en República Dominicana, entre enero de 2008 y agosto de 2013.
Según la prensa del país caribeño, el diplomático del Vaticano mantuvo relaciones sexuales de pago con menores en la llamada ‘zona colonial’, una zona conflictiva en el centro histórico de Santo Domingo.
Las acusaciones se basan en pruebas aportadas por testimonios recogidos por las autoridades competentes de Santo Domingo.
Igualmente será juzgado por posesión de material pornográfico con menores, descubierto durante su estadía en Roma, entre agosto de 2013 y el 22 de septiembre de 2014, cuando ya estaba detenido. Wesolowski, de 66 años, que ejerció como nuncio en el país caribeño por casi seis años, fue relevado de sus funciones en agosto del 2013.
En junio de este año fue expulsado del sacerdocio por la Congregación para la Doctrina de la fe, el otrora Santo Oficio, siendo la medida más severa contra un prelado.
Se trata de una primicia para el pequeño tribunal, que ya albergó un célebre juicio en 2012, al juzgar al exmayordomo del papa Benedicto XVI, Paolo Gabriele, condenado por haber transmitido en secreto a la prensa italiana documentos confidenciales. Después fue indultado. Este proceso por pedofilia, cuya primera sesión será pública, ilustra la nueva línea dura del Vaticano para enfrentarse a esta lacra que desacredita a la Iglesia Católica.
La jerarquía de la Iglesia quiere garantizar un juicio imparcial, por lo que adelantó que serán analizadas «con el mayor escrúpulo» todas las pruebas y los análisis presentados.
En caso de ser encontrado culpable, Wesolowski podría ser condenado a 6 o 7 años de cárcel. Comprometido asimismo en la lucha contra el encubrimiento, Francisco anunció también el lunes que aceptaba la renuncia de dos obispos estadounidenses.
El papa forzó la renuncia de esos obispos, al valerse de una disposición del código de derecho canónico, que los invita a renunciar por haber cometido una falta grave.
Pese a esas medidas, algunas asociaciones que luchan contra la pedofilia critican la lentitud y el método con el que la Iglesia encara el problema. «No es fiable que curas juzguen a curas», lamentó la asociación estadounidense de víctimas.