Ingeniería espacial al estilo dominicano

Ingeniería espacial al estilo dominicano

Ingeniería espacial al estilo dominicano

José Armando Tavárez

Es bueno reconocer a personas que han logrado alguna meta que se supone inalcanzable. Dicho reconocimiento, no solo beneficia al que lo recibe, sino que puede convertirse, si se comunica bien, en un ejemplo para muchos otros que quizás se limitan a la hora de soñar o definir metas retadoras en sus vidas.

Este es el caso de la joven Scarlin Hernández, quien recibió el premio nacional de la juventud por su posición como ingeniera aeroespacial que desarrolla códigos y prueba sistemas terrestres en el proyecto del telescopio espacial James Webb, que dirige NASA y otras agencias internacionales de investigación espacial.

Su historia puede ayudarnos a identificar muchas mejoras que debemos aplicar en nuestra sociedad. En definitiva, ¿qué lecciones podemos aprender de esta experiencia vital?

Lo primero es reconocer que estamos compelidos a crear un ecosistema de oportunidades que favorezca el desarrollo del talento dominicano.

Una joven que se eduque en nuestros centros educativos y tenga alto rendimiento académico debería tener garantizado su futuro.

Debe ser una política pública operativa y continua, la identificación temprana de jóvenes dotados en el campo de la ciencia, la tecnología, las matemáticas e ingenierías. Sería importante que existan mecanismos de financiamiento de su posterior educación superior y la identificación temprana, mediante pasantías, de espacios de crecimiento profesional.

Por otro lado, es imperativo reflexionar sobre mecanismos de retención o atracción de talento tecnológico. La fuga de cerebros, una realidad natural, sucede cuando un país no puede garantizar una buena calidad de vida a sus profesionales mejor capacitados.

Los países desarrollados invierten muchos recursos para atraer al talento extranjero de alto valor. República Dominicana también tendría que tener centros de investigaciones, fondos de capital para emprendimientos de base tecnológica e incentivos fiscales para todos los que necesiten ayuda y cumplan con los requisitos para participar en programas de apoyo a proyectos y actividades científicas.

Así como producimos los mejores jugadores de Grandes Ligas, debemos crear y retener la más alta calidad de profesionales de las ingenierías y tecnologías. Podemos hacerlo. Es posible alcanzar esta meta. Lo lograremos.



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