Inflamación del nervio dental

Cuando estamos frente a un dolor dental lo más probable es que este sea provocado por una pulpitis. El término «pulpitis» se refiere a la inflamación de la pulpa (nervio del diente).

El dolor por lo general es intenso, punzante, algunas veces espontáneo, otras es provocado o exacerbado al morder durante las comidas, por la ingesta de alimentos muy calientes, fríos y dulces.

Dicha inflamación puede ser reversible como también irreversible, la diferencia entre ambas estará dada por la naturaleza del dolor y las respuestas que el odontólogo obtenga al hacer las pruebas diagnósticas pulpares durante la consulta.

Si el dolor al frío, calor, o dulce es agudo pero tiende a desaparecer cuando es retirado el estímulo, si los episodios dolorosos durante el día no son tan fuertes y no existe dolor nocturno (al acostarse); la pulpitis será reversible y se puede lograr la recuperación del nervio con un procedimiento dental llamado recubrimiento pulpar indirecto. Sin embargo, cuando el paciente refiere sentir el mismo dolor después de retirar el estímulo térmico, cuando el dolor es continuo, muy agudo, nocturno, durante las noches el dolor es insoportable; estamos frente a una pulpitis irreversible y el tratamiento a seguir será una endodoncia (tratamiento de canal); el cual consiste en extirpar el nervio, desinfectar y preparar el interior del conducto que alojaba el órgano pulpar para conservar la pieza dental.

Es bueno saber que si usted pasa desapercibido el dolor y no se realiza el tratamiento correspondiente para su caso, el nervio dental se necrosará, produciendo una infección en el hueso que circunda el diente afectado. Aunque esta infección puede ser tratada y curada lo ideal es no permitir que se produzca.

Un último dato pero no menos importante, es que un diente sano debe reaccionar de manera molestosa mas no dolorosa a cambios térmicos marcados durante las comidas o pruebas diagnósticas pulpares. En el momento que se convierta en dolor es una señal de alerta, como también lo sería el no sentir algún estímulo a cambios de temperatura muy altos o bajos mientras comemos.

Dios les bendiga abundantemente.

¡Feliz y próspero año nuevo!

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