Frederich E. Bergés
Este próximo jueves 20 de junio se inicia la temporada del el verano. Usualmente con este tiempo nos llegan días calurosos que fácilmente pueden irritar al ser humano.
Sin embargo, el panorama luce que nos habrá de traer vientos favorables, ya que hay una línea clara de búsqueda de paz en los conflictos bélicos de Palestina y Ucrania, que a su vez despejarían temores y restablecerían el equilibrio geopolítico.
Uno de los resultados favorables de este buen clima ha sido el comportamiento reciente de los precios del petróleo. Debido básicamente a un consumo global por debajo de las expectativas, los precios del petróleo según el índice West Texas Intermediate, que es el que rige para nuestro país, han experimentado una baja importante este mes.
De un alto de US$84.25 el barril el 30 de abril pasado, al cierre de mayo dicho precio había descendido a unos US$78.96 el barril.
El resultado más favorable de esta reducción ha sido su incidencia en el nivel de precios del mes de mayo en nuestro país. Según cifras recientes informadas por nuestro Banco Central, el índice de precios al consumidor (IPC) tuvo una variación mensual de -0.04 % en mayo de 2024, situándose así la inflación interanual, medida desde mayo de 2023 hasta mayo de 2024, en 3.20 %, ligeramente mayor al 3.03 % del cierre del mes de abril.
Esta muy ligera reducción del -0.04 % realmente refleja estabilidad sin aumentos, los cual constituye una excelente noticia en el país para iniciar el verano.
Esto es así, puesto que una inflación neutra es la mejor noticia para el consumidor quien ve un congelamiento en el alza de los precios y por ende un mayor rendimiento de su poder adquisitivo.
Sin embargo, podrían surgir tempestades que perturben estos buenos augurios, ya que tanto el escenario internacional como el doméstico podrían verse amenazados por gestiones y actos políticos que lo desestabilicen. Hagamos votos de que al menos podamos pasar un verano con vientos favorables.
