¿Hasta qué punto es compatible la inflación impulsada por las ganancias con lo que sabemos sobre el comportamiento de fijación de precios de las empresas y la distribución del ingreso?
En el país hay grandes déficits de estadísticas económicas que impiden conocer muchos fenómenos económicos que se presentan de manera pendular y secular, impidiendo así dar una mejor respuesta en término de políticas públicas económicas.
En muchos círculos académicos, particularmente fuera del país, se insiste mucho en la necesidad de estudiar los aumentos de precios que pudiesen atribuirse, principalmente, a las “ganancias extraordinarias”, mientras que el cambio en los salarios nominales ha sido relativamente pequeño, dando como resultado que la participación de las ganancias en el ingreso nacional ha aumentado.
A este tipo de inflación se le ha dado el nombre de “inflación impulsada por las ganancias”.
Si el Banco Central o la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) publicaran informaciones sobre las “ganancias empresariales” o “costos unitarios” se tendría una idea más acabada sobre las causas que originan la inflación en momentos determinados del ciclo económico. Sin embargo, no es así. Siempre se tiene la idea de que es de origen “monetario”.
Dado que los precios no se ajustan instantánea y simultáneamente en todos los sectores, y que existen conexiones insumo-producto entre diferentes sectores, si el aumento inicial de los costos es grande y persistente puede conducir a aumentos persistentes en los precios de grupos de bienes y servicios.
Por lo tanto, hay dos fuerzas que puede conducir a la inflación, a saber: el aumento inicial de los costos, y el comportamiento de los precios de las empresas que protegen sus márgenes de ganancias.
Esto es consistente con la narrativa de la inflación impulsada por las ganancias: una inflación impulsada por los costos y las ganancias.
No es ideológico, ni semántico, ¿es correcto el término impulsado por las ganancias? Una ventaja del término es que enfatiza la fuente distributiva de la inflación. Por eso es por lo que necesitamos más datos estadísticos para analizar mejor los problemas económicos.