Una de las mejores decisiones del presidente Abinader fue confirmar como gobernador del Banco Central a Héctor Valdez Albizu.
Especialmente, visto que el PRM pasó años despotricando contra las estadísticas oficiales de gobiernos del PLD acerca de la economía.
Decían que el crecimiento era falso (pero ahora proyectan con mayor entusiasmo pese al Covid19); que la deuda era demasiada (pero días tras subir al poder la aumentaron significativamente emitiendo bonos); que estábamos al borde de un precipicio (pero todos los bancos, calificadoras de riesgo y organismos internacionales admiran la resiliencia de la economía dominicana).
La mayor burla la reservaban para las métricas sobre la inflación. Voceaban que el gobierno anterior, especialmente el mismo Banco Central de Valdez, maquillaba o falseaba las cifras en aras de una prestidigitación para crear una ilusión de estabilidad.
Ahora el “pero” mayor: el gobierno del PRM ofrece hoy unas cifras sobre la inflación que contradicen violentamente los precios que vemos y pagamos en los supermercados. Con razón la DGII recaudó este octubre más que en 2019.