Sídney.- Los australianos, que han sufrido más de 18 meses por el cierre de sus fronteras debido a la pandemia, recibieron este miércoles con indignación la exención médica otorgada al tenista Novak Djokovic para que juegue en el Abierto de Australia sin tener que vacunarse contra la covid-19.
La vacuna es obligatoria para entrar en Australia, pero hay exenciones temporales para las personas que tienen “una condición médica grave”, que no pueden ser vacunadas por haber contraído la covid-19 en los seis meses anteriores o han tenido reacción adversa al fármaco, entre otras razones.
Hasta el momento se desconoce los motivos detrás de esa exención otorgada a Djokovic en Australia, donde miles de personas no pudieron salir del país durante la pandemia ni para despedirse de sus seres queridos moribundos y actualmente hacen colas de hasta 9 horas para hacerse pruebas para detectar el virus.
“Novak Djokovic es el tenista más grande de todos los tiempos (…) ha ganado 20 Grand Slams, 87 títulos y miles de millones de dólares sin que sepamos que tiene problemas médicos que lo debilitan”, comentó hoy con ironía el jugador de rugby australiano Kevin Barlett en un tuit, reflejando la indignación generalizada.
Pero la ministra en funciones de Deportes del Gobierno regional de Victoria, Jaala Pulford, aseguró este miércoles en una rueda de prensa en Melbourne “que nadie está ni estará recibiendo un trato especial por ser quien es o por lo que ha logrado profesionalmente».
Pulford -quien compareció junto al director ejecutivo de Tenis Australia, Craig Tiley– admitió que la decisión “es algo que causará malestar a muchos” residentes de Melbourne, la ciudad que acumula más días bajo aislamiento estricto durante la pandemia, y del resto de este país en el que se implementaron unas de las medidas más duras del mundo contra la covid-19.