La palabra Independencia viene del latín ‘independere’ que significa, no estar bajo la voluntad de otros. Independencia es la capacidad de actuar hacer y elegir sin intervención de otros. través de ella se ejerce la libertad de actuar por cuenta propia, se toman decisiones, se asumen responsabilidades y nos valemos por nosotros mismos.
En una relación de pareja no todo tiene que ser compartido o estar siempre de acuerdo o hacerlo juntos. La persona jamás debe perder sus propósitos, planes propios, amigos.
Hay que compartir en pareja, más, no se debe entregar su autenticidad ni su voluntad.
Las parejas son dos personas que se gustan y se aman unidas en un proyecto común que es la familia. No todos los proyectos tienen que ser comunes. Cada uno mantiene sus proyectos personales y el otro lo debe apoyar y si es necesario, ayudar a realizarlos.
Mantener la independencia dentro de la relación de pareja significa que aunque exista complicidad y se acompañen, deben ser capaz de mantener cierta autonomía (facultad de una persona de obrar según su criterio, no estar subordinado al otro) teniendo en cuenta al otro miembro de la pareja en términos de comunicar y validar su opinión.
Mantienes la independencia cuando tienes tus propios amigos y te reúnes con ellos, tienes actividades en las que no participa la pareja, visitas solo a tus familiares en ocasiones que no son especiales, sales solo de compras, aceptas o das un no por respuesta.
Esto fortalece y hace crecer la salud de la relación de pareja.