En comparación con los pasados gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), hemos visto mayor transparencia y eficiencia durante los ya 11 meses de gobierno del presidente Luis Abinader.
Sin embargo, en este gobierno del Partido Revolucionario Moderno encontramos una serie de retrasos e indecisiones que nos interesa destacar aquí.
La semana pasada, el presidente de la República, mediante el decreto 396-21 dispuso una serie de medidas de “racionalización” y “austeridad” debido “al severo impacto negativo” que contra la economía ha generado el covid-19.
En el referido decreto se resaltan la contracción del Interno Bruto (PIB), los daños al turismo y a otros sectores económicos. Esos efectos, sin embargo, se veían venir desde hace meses. Organizaciones internacionales y nacionales señalaron que la pandemia elevaría los problemas económicos en América Latina y el Caribe.
Por nuestra parte, en el artículo publicado por EL DÍA, titulado “Pobreza y el próximo gobierno”, de fecha 28 de julio de 2020, señalamos que el gobierno del PRM se enfrentaría a una economía con una alta deuda externa, con una gran deuda social acumulada que no “aguanta más”.
Por eso sostuvimos que eran momentos de “rupturas” con las estructuras excluyentes reinantes, con la estructura impositiva, cuyo peso descansa en los impuestos indirectos y no en las ganancias. Igual señalamos en el artículo titulado “Poner la casa en orden”, a través de este diario, en fecha 4 de agosto de 2020, que “La mayoría de la gente” quiere una sanción moral y judicial a los corruptos, que suponga la devolución de lo esquilmado al Estado”.
Afirmamos entonces que sólo esa devolución y una serie de medidas decididas podrían alivianar el alud de problemas sociales y económicos “que tenemos y amenazan con venir”.
Hoy vivimos un proceso inflacionario y nos podríamos sumergir en una seria recesión económica.
Las medidas dispuestas para lograr austeridad y racionalización del gasto son válidas, pero debieron tomarse ya desde hace algunos meses.
Esperamos que la disminución del gasto y las medidas de austeridad no supongan, en ningún caso, que los platos rotos tengan que ser pagados por los que no lo rompieron, como suele ocurrir en el país, ni supongan desatender las demandas de aumento salarial impostergables en nuestra sociedad, que ve crecer hoy la pobreza y la desigualdad
En el actual momento esperamos osadas medidas estructurales; esperamos que la comisión constituida para la recuperación de lo robado al pueblo dominicano, disponga ya las providencias de lugar, así como que se actúe contra quienes, habiéndose apropiado, con muy malas artes, de parte del ingreso nacional, lo siguen haciendo en la actualidad, según lo denunciado ante la opinión pública nacional por el encartado en el caso Coral, coronel Girón Jiménez.