Los Ángeles.- El mayor fiasco en la historia de los Óscar ha dejado una fuerte resaca en Hollywood, que hoy se levantó aún con incredulidad por el error en el anuncio de la mejor película a pesar del “mea culpa” entonado por la auditora PwC, que no ha dado detalles sobre lo ocurrido realmente.
PricewaterhouseCoopers (PwC), la empresa encargada de recibir, contabilizar y velar los resultados de los Óscar, lamentó en un comunicado el error sucedido en la gala y aseguró que está investigando lo sucedido, aunque por ahora se desconoce cómo Warren Beatty y Faye Dunaway, encargados de anunciar el “premio gordo” de la velada, recibieron el sobre equivocado.
“Estamos investigando cómo pudo suceder esto y lamentamos profundamente sucedido”, indicó la nota de la auditora.
Todo apunta a un error humano de Brian Cullinan y Martha de la Torre, miembros de la consultora y responsables de custodiar los sobres con los nombres de los ganadores hasta entregarlos a los respectivos presentadores en la ceremonia.
Beatty abrió el sobre con el nombre del vencedor y lanzó un gesto de extrañeza a su alrededor. Sin embargo, nadie de la Academia se pronunció, así que el veterano actor prosiguió y le pasó el sobre a Dunaway, que leyó el nombre de “La La Land” que aparecía junto al de Emma Stone, el premio entregado justo antes.
Fueron los productores de “La La Land” quienes se percataron, ya sobre el escenario, de lo ocurrido, una vez que Cullinan y de la Torre, las dos únicas personas del mundo que sabían de antemano los nombres de los ganadores, no avisaron del error ni advirtieron a la Academia.
Lo que ocurrió fue un esperpento nunca visto antes en la gran gala del cine, como confirmaron los propios documentalistas de la Academia. “Nunca hubo otra situación donde se anunció el nombre equivocado”, indicaron. Lógicamente, las reacciones de los artistas no se hicieron esperar.
El director M. Night Shyamalan, conocido por dar a sus películas un giro inesperado de última hora, publicó en Twitter- “Yo escribí el final de los Óscar 2017. Jimmy (Kimmel), ¡nos hemos quedado con ellos!».
“Este final de los Óscar debería ganar el premio a la mejor película el próximo año”, apuntó la intérprete Elizabeth Banks, mientras que Paul Feig, director de la nueva versión de “Ghostbusters”, dijo que era “la situación más loca” de la que había sido testigo.
Emile Hirsch, actor de “Into the Wild” y “Milk”, apuntó con sarcasmo que “en algún lugar, el chico de los sobres está recibiendo una paliza en un sótano”, en tanto que Jessica Chastain mostró su tristeza por el equipo de “Moonlight”, que a pesar de ganar el Óscar a la mejor película, no pudo disfrutar de “la experiencia completa» debido a la “incomodidad de lo ocurrido».
Hubo quien prefirió optar por las pullas políticas, como Seth MacFarlane (“Sabes cuál es el problema- millones de miembros de la Academia votaron ilegalmente») y Billy Crystal (“Un gran final. Lástima que no ocurriera lo mismo el día de las elecciones»). Y Steve Harvey, famoso por su error al anunciar la ganadora de Miss Universo en el certamen de 2015, señaló- “Llámame, Warren Beatty.
¡Te puedo ayudar a superar esto!». Sin duda, fue un día negro para la Academia de Hollywood, que también metió la pata durante el segmento en recuerdo a los fallecidos de la industria, en el que incluyó la imagen da una productora australiana aún viva.
La institución quiso recordar la figura de Janet Patterson, una diseñadora australiana cuatro veces nominada al Óscar (“The Piano”, “Portrait of a Lady”, “Oscar and Lucinda” y “Bright Star») que falleció en octubre de 2015, pero para ello se utilizó la fotografía de Jan Chapman, una productora australiana aún con vida.
En el montaje dedicado a los artistas fallecidos de la industria faltaron menciones a nombres relevantes como los de Garry Shandling o Florence Henderson.
El nombre de Bill Paxton, fallecido este mismo domingo, tampoco fue incorporado, aunque la presentadora del segmento, Jennifer Aniston, lo recordó durante su discurso.