PUERTO RICO.-Cine La adaptación de “In the Heights”, la primera creación de Lin-Manuel Miranda en merecerle un premio Tony, es un evento cinematográfico que tiene que ser visto en la pantalla grande y un choque maravilloso de sensibilidades nuevas y tradicionales dentro del género del musical.
Lo nuevo está ligado a tener una historia de hispanos en la voz de descendientes caribeños y no bajo el filtro de estereotipos y prejuicios de alguien que no sabe nada sobre muestra cultura.
Tanto Miranda como la guionista Quiara Alegría Hudes han enfrentado los conflictos que son el motor dramático de este musical. Ambos han estado en el precipicio de ver el límite de sus sueños y optar por vivirlos desde el barrio de Washington Heights donde están sus raíces culturales que a la misma vez están atadas firmemente a la patria de sus padres.
El que esto sea algo personal para el equipo de producción es algo que se vuelve tangible en pantalla desde el primer encuadre.
A esto se le suma la magia creada por la dirección de Jon M. Chu, quien ambiciosamente evoca la escala gigantesca de los mejores musicales de la era dorada de Hollywood. Es una película con elenco latino.