En el proyecto de ley de presupuesto del país para 2020, figura una propuesta de gravar mediante un ITBIS del 10% los denominados servicios de contenidos digitales, entre los cuales se mencionan Netflix y Spotify, entre otros, y con un 18% las ventas por internet como Amazon, Airbnb, Uber y algunas más. Esto es gravar los llamados servicios digitales.
Tal propuesta ha levantado una amplia oleada de protestas de parte de un gran segmento de la clase media, los mayores beneficiarios de estos servicios, entre los cuales muchos presumen que es una iniciativa exclusiva del Gobierno dominicano.
Pero resulta que no esa así, ya que la llamada tasa Google, o impuesto GAFA (acrónimo de Google, Apple, Facebook y Amazon) está en el centro de la actividad política de muchos países, sobre todo en los de la Unión Europea (UE). En la UE esta tasa no se aprobó tras el bloqueo de Irlanda y los países nórdicos.
El denominado G20, esto es, la unión de los 20 países más poderosos del mundo, habrían acordado basar este impuesto futuro en dos pilares. En primer lugar, quieren que los gobiernos nacionales puedan gravar a las empresas que vendan bienes y servicios en sus territorios, aunque no cuenten con presencia física en ellos.
En segundo lugar, el G20 quiere limitar que las grandes empresas tecnológicas puedan tributar los beneficios en otros países con impuestos más bajos, algo de lo que Europa se ha beneficiado.
En fin, lo que se está haciendo en el país es adelantarse al acuerdo internacional y en especial el de los países del G20 en la implementación de un impuesto tan controversial cuya aplicación solo se ve posible mediante un gravamen vía los medios de pago, generalmente las tarjetas de crédito.
Sin que seamos originales, los hechos parecen indicar que estaríamos a destiempo en la posible aplicación de un gravamen tan difícil y controversial, que a la larga solo castigará aun más a la clase media.