A menudo recibo pacientes que traen una imagen ya realizada; la traen para que la use como herramienta diagnóstica a la hora de consultarse.
Sin embargo, muchas veces no es la imagen correcta para diagnosticar el caso en cuestión, ya que cada caso es distinto. Otras veces la calidad de la imagen es muy deficiente como para poder dar un diagnóstico certero.
En odontología solemos utilizar varios tipos de imágenes diagnósticas en un paciente, podemos necesitar radiografías y tomografías al mismo tiempo. Las radiografías nos darán una imagen bidimensional, por lo que su alcance es limitado, las tomografías nos darán una imagen tridimensional, arrojarán mucho mas información.
En ocasiones, lo que vemos en radiografía resulta ser muy distinto en tomografía.
En una era como la que vivimos, en donde la tecnología es parte primordial de nuestro día a día; el paciente debe acostumbrarse a contar con diferentes imágenes diagnósticas; evitando de esta manera someterse a tratamientos que no son necesarios o también logrando obtener un diagnóstico correcto.
Dios te bendiga abundantemente.
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