Personal médico palestino en Gaza le contó a la BBC que las tropas israelíes les vendaron los ojos, los detuvieron, les obligaron a quitarse la ropa y les golpearon repetidamente después de una redada llevada a cabo en el hospital Nasser el mes pasado.
Uno de ellos, Ahmed Abu Sabha, describió cómo estuvo detenido durante una semana, en la que -según dijo- lo trataron de amedrentar con perros con bozal y un soldado israelí le rompió la mano.
Su relato coincide con el de otros dos médicos que quisieron permanecer en el anonimato por temor a represalias.
Contaron a la BBC que fueron humillados, golpeados, rociados con agua fría y obligados a arrodillarse en posturas incómodas durante horas. Afirmaron que estuvieron detenidos durante días antes de ser puestos en libertad.
La BBC facilitó detalles de sus denuncias a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). No respondieron directamente a las preguntas sobre estos relatos ni negaron las denuncias concretas de malos tratos. Pero negaron que el personal médico hubiera sido lastimado durante el operativo.
Afirmaron que «cualquier maltrato a los detenidos es contrario a las órdenes de las FDI y, por tanto, está estrictamente prohibido».
El ministro de Relaciones Exteriores de Reino Unido, David Cameron, calificó esta información de la BBC como «muy inquietante» y pidió respuestas a Israel.
«Estas son imágenes e informes muy inquietantes que han salido de este hospital y necesitamos llegar al fondo de lo que sucedió exactamente y necesitamos respuestas de los israelíes al respecto», dijo Cameron este martes ante la Cámara de los Lores.
ADVERTENCIA: algunos lectores pueden encontrar el contenido de este artículo perturbador.
Tropas de las FDI ingresaron el 15 de febrero en el hospital de la ciudad de Jan Yunis, en el sur de Gaza -uno de los pocos de la Franja que seguía funcionando-, alegando que los informes de inteligencia indicaban que el centro sanitario albergaba a militantes de Hamás.
También afirmaron que rehenes israelíes secuestrados por Hamás el 7 de octubre estuvieron retenidos allí, y algunos de los propios rehenes liberados han dicho públicamente que estuvieron retenidos en el hospital Nasser.
Hamás ha negado que sus combatientes operen dentro de instalaciones médicas.
La BBC recibió imágenes filmadas en secreto en el hospital el 16 de febrero, día en que fueron detenidos los médicos.
En ellas se ve a una fila de hombres en ropa interior frente al edificio de urgencias del hospital, arrodillados con las manos en la nuca. Delante de algunos de ellos hay batas médicas.
«Cualquiera que intentara mover la cabeza o hacer cualquier movimiento era golpeado», declaró a la BBC el director general del hospital, el doctor Atef al Hout.
«Los dejaron durante unas dos horas en una posición vergonzosa», añadió.
Las FDI le dijeron a la BBC: «Por regla general, durante el proceso de detención, suele ser necesario que los sospechosos de terrorismo entreguen su ropa para que se pueda registrar su vestimenta y asegurarse de que no ocultan chalecos explosivos u otro tipo de armamento”.
«Las ropas no se devuelven inmediatamente a los detenidos, debido a la sospecha de que puedan ocultar medios que puedan utilizarse con fines hostiles (como cuchillos). Se devuelve la ropa a los detenidos cuando es posible hacerlo», explicaron.
El personal médico declaró que a continuación los llevaron a otro edificio del hospital, los golpearon y luego los trasladaron a un centro de detención, todo ello sin ropa.
“Cruel e inhumano”
El doctor Abu Sabha, médico de 26 años recién titulado y voluntario en Nasser, calificó de tortura algunos elementos del trato que recibió durante su detención, como obligar a los detenidos a permanecer de pie durante horas sin descanso.
Dijo que otros castigos que se infligían a los detenidos eran tumbarlos boca abajo durante periodos prolongados y retrasarles las comidas.
Un experto en derecho humanitario afirmó que las imágenes y el testimonio del personal médico entrevistado por la BBC eran «extremadamente preocupantes».
En su opinión, algunos de los testimonios facilitados a la BBC «entran claramente en la categoría de trato cruel e inhumano».
“Van en contra de lo que durante mucho tiempo ha sido una idea muy fundamental en el derecho que se aplica en los conflictos armados, que es que los hospitales y el personal médico están protegidos», explicó el doctor Lawrence Hill-Cawthorne, codirector del Centro de Derecho Internacional de la Universidad de Bristol.
«El hecho de que traten a ciudadanos del bando enemigo no debería menoscabar en modo alguno su protección», afirmó.
La BBC lleva varias semanas investigando la historia del hospital, hablando con médicos, enfermeras, farmacéuticos y desplazados acampados en los predios del centro sanitario. Hemos cotejado los detalles de estos relatos.
Nos han facilitado los nombres de 49 miembros del personal médico de Nasser que habrían sido detenidos.
De ellos, 26 fueron nombrados por múltiples fuentes, incluidos médicos sobre el terreno, el Ministerio de Sanidad dirigido por Hamás, grupos internacionales y las familias de los desaparecidos.
Los tres médicos que afirman haber sido detenidos y posteriormente liberados no habían hecho públicas sus declaraciones hasta ahora. Entre ellos se encuentra el doctor al que hemos mencionado anteriormente, Abu Sabha, a quien entrevistamos en dos ocasiones. Su historia fue coherente y corroboramos partes clave de su relato de forma independiente.
Las familias de otros cinco médicos del hospital informaron a la BBC que sus seres queridos han desaparecido.
Además, el Comité Internacional de la Cruz Roja ha confirmado a la BBC que ha recibido decenas de llamadas telefónicas de personas que dicen que miembros de su familia, incluidos médicos, que estaban en el hospital Nasser, han desaparecido.
Condiciones precarias
Algunos de los doctores que permanecieron en el hospital afirman que el operativo de las FDI les impidió atender a los pacientes.
El doctor Hout, director general del hospital, contó que cuando las FDI tomaron el control había casi 200 pacientes ingresados, muchos de ellos «postrados en cama» y unos seis en la Unidad de Cuidados Intensivos.
El personal al que se le permitió permanecer en el hospital describió cómo se le ordenaba trasladar a pacientes gravemente enfermos de un edificio a otro, cómo se le apartaba de sus tareas para ser interrogados y cómo se le asignaban pacientes cuyos casos no estaban capacitados para tratar, todo ello mientras trabajaban hacinados y en condiciones insalubres.
Varios médicos afirmaron que 13 pacientes murieron en los días posteriores a la toma por parte de la fuerzas israelíes.
Dijeron que muchos de esos pacientes habían muerto debido a las condiciones del hospital, incluida la falta de electricidad, agua y otros elementos esenciales necesarios para mantenerlo en funcionamiento.
No hemos podido verificar esto de forma independiente.
En cambio, sí pudimos confirmar que las fotos que compartió un médico de cadáveres en bolsas sobre camas fueron tomadas en una sala del hospital.
Las FDI indicaron a la BBC que «proporcionaron al hospital cientos de raciones de comida y un generador alternativo que le permitió seguir funcionando y tratar a los pacientes que se encontraban en él».
Los «sistemas esenciales» del hospital siguieron funcionando durante la operación militar gracias a un sistema de alimentación ininterrumpida, afirmaron las fuerzas israelíes.
El 18 de febrero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el hospital carecía de alimentos y suministros médicos básicos y había dejado de funcionar.
Los pacientes que quedaban fueron enviados a otros hospitales de los alrededores de Gaza y el personal médico que trabajaba allí se marchó poco después.
Doctor: «Pensé que iba a ser ejecutado»
Detenidos que fueron liberados y otros médicos le contaron a la BBC que el edificio de maternidad, llamado Mubarak, se convirtió en el lugar donde las FDI interrogaban y golpeaban al personal.
El doctor Abu Sabha declaró que, en un principio, lo eligieron para quedarse con los pacientes tras la redada, pero que después lo llevaron a Mubarak, que, según dijo, se había convertido «más bien en un lugar de tortura».
«Me sentaron en una silla y aquello parecía una horca», dijo. «Oí ruidos de cuerdas, así que pensé que me iban a ejecutar”.
«Después rompieron una botella, me cortaron la pierna y dejaron que sangrara. Luego empezaron a traer un médico tras otro y a ponerlos uno junto al otro. Oía sus nombres y sus voces», recordó.
Las FDI dijeron a la BBC que «no realizan ni han realizado simulacros de ejecución de detenidos, y rechazan tales afirmaciones».
Los tres detenidos con los que habló la BBC afirmaron que fueron hacinados en vehículos militares y golpeados mientras eran transportados en un grupo numeroso.
Según dijeron, los soldados les golpearon con palos, mangueras, culatas de fusil y puños.
«Estábamos desnudos. Sólo llevábamos calzoncillos. Nos amontonaron unos encima de otros. Y nos sacaron de Gaza«, dijo uno de los médicos que quiso permanecer en el anonimato.
«Durante todo el camino nos golpeaban, nos insultaban y nos humillaban. También nos echaron agua fría».
El doctor Abu Sabha contó que, durante el trayecto, los soldados sacaron a los detenidos del vehículo.
«Nos llevaron a un terreno cubierto de grava, nos obligaron a arrodillarnos y nos taparon los ojos… Había una fosa en el suelo, y pensamos que nos ejecutarían y nos enterrarían aquí. Todos empezamos a rezar».
Agregó que luego lo condujeron a un edificio donde lo retuvieron junto a los demás detenidos que estaban con él.
Los otros dos detenidos liberados dijeron que en algún momento les hicieron revisiones médicas, pero no les dieron medicación. Uno de ellos dijo que, en lugar de recibir tratamiento por una herida, un soldado de las FDI lo golpeó en ese mismo lugar.
Abu Sabha le contó a la BBC que se castigaba sistemáticamente a los detenidos sin razón aparente y por supuestas infracciones que los soldados percibían.
«En un momento dado, la venda de los ojos se me bajó un poco y como mis manos estaban esposadas por detrás no pude arreglarla”, recordó.
«Me sacaron para castigarme… Estuve de pie con las manos levantadas por encima de la cabeza y la cara mirando hacia abajo durante tres horas. Entonces, [un soldado] me pidió que me acercara a él. Cuando lo hice, siguió golpeándome la mano hasta rompérmela».
Más tarde, ese mismo día, lo llevaron al baño, lo golpearon y lo acosaron con perros con bozal, contó.
Al día siguiente, según dijo, un médico israelí le puso un yeso y los soldados le dibujaron una estrella de David. Un médico de Gaza se lo cambió tiempo después y, durante su entrevista con la BBC, Ahmed tenía el brazo enyesado.
La BBC confirmó que Abu Sabha se sometió a una radiografía y recibió tratamiento por una fractura en la mano en un hospital de campaña de Gaza tras su detención, al que llegó con un yeso con un dibujo de una estrella de David.
Las FDI no respondieron a las preguntas de la BBC sobre el yeso de Abu Sahba.
«Motivos razonables»
Ninguno de los tres médicos fueron informados de cargos concretos, pero dos de ellos dijeron que los interrogatorios se centraron en si habían visto rehenes o combatientes de Hamás dentro del hospital.
Dijeron que también les preguntaron por su paradero el 7 de octubre, cuando hombres armados de Hamás irrumpieron en Israel desde Gaza y mataron a unas 1.200 personas, tomando como rehenes a otras 253. Se cree que Hamás sigue reteniendo a más de 130 rehenes.
Según las autoridades israelíes, al menos 30 de ellos han muerto.
El Ministerio de Sanidad de Gaza, dirigido por Hamás, afirma que más de 31.000 personas han muerto en los ataques aéreos lanzados en represalia por Israel y en su actual ofensiva terrestre.
Uno de los detenidos liberados dijo que dos días después de ser interrogado, los oficiales de las FDI le dijeron que no había pruebas y que sería liberado.
«Le pregunté: ‘¿Quién me compensará por todas las palizas y humillaciones que he sufrido, que me han hecho, mientras yo sabía que no estaba implicado en nada?’ Empezó a murmurar: ‘No tengo nada contra ti. No hay cargos'», contó.
El doctor Abu Sabha, por su parte, le dijo a la BBC que nunca fue interrogado durante los ocho días que permaneció detenido.
Los tres médicos con los que hemos hablado afirman que fueron trasladados de vuelta a Gaza con los ojos vendados tras su liberación.
La BBC confirmó la versión de Abu Sabha de que cruzó de nuevo a Gaza por el paso fronterizo de Kerem Shalom, controlado por Israel y situado cerca del punto más meridional de la Franja, donde confluyen Gaza, Israel y Egipto.
Los testimonios de los médicos no concuerdan con la información facilitada a la BBC por un alto oficial de las FDI, quien declaró que no se detuvo a ningún miembro del personal médico en Nasser, «a menos que supiéramos que era posible obtener tal o cual información de inteligencia» de ellos.
«Teníamos motivos razonables para suponer que tenían información, así que nos los llevamos para interrogarlos y preguntarles, pero no más allá de eso», dijo el oficial.
«No había esposas, no nos los llevamos para interrogarlos, ni para una detención formal, sino para indagar e intentar obtener información sobre los rehenes o los comandantes de Hamás que estaban en el hospital… un cuestionario muy sencillo y ya está».
Algunos rehenes secuestrados en Israel el 7 de octubre han descrito que los llevaron al complejo hospitalario Nasser en una ambulancia. Una rehén liberada dijo que a su marido -que permanece en Gaza- lo cubrieron con una sábana para que pareciera un cadáver.
Han descrito que los mantenían en habitaciones pequeñas y que los obligaban a llamar a la puerta si necesitaban ir al baño. Una de ellas describió su cautiverio como una «guerra psicológica».
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) afirma que, desde el 7 de octubre, Israel ha suspendido sus visitas a los centros de detención, lo que significa que no ha podido visitar a ningún detenido.
La organización declaró a la BBC su «profunda preocupación» por los informes de arrestos y detenciones de médicos.
«Dondequiera que estén y quienquiera que sean, los detenidos deben ser tratados con humanidad y dignidad en todo momento, de conformidad con el derecho internacional humanitario”.
También aseguró que «el CICR ha pedido continuamente, y está dispuesto a reanudar inmediatamente, las visitas a los lugares de detención para supervisar el trato a los detenidos y las condiciones de detención».
Un informe interno de Naciones Unidas visto por la BBC ha descrito abusos generalizados contra palestinos que han sido capturados e interrogados en centros de detención israelíes improvisados desde que comenzó la guerra, que son similares a los relatos que dieron los médicos.
Las FDI han negado previamente las acusaciones específicas del informe de la ONU, incluida la denegación de acceso a agua, atención médica y ropa de cama.
“El hospital apenas podía funcionar”
Entre tanto, en el hospital Nasser se permitió a unos pocos médicos quedarse y atender a los pacientes restantes.
Algunos pacientes habían sido detenidos durante la redada, según contó el director general del hospital, el doctor Hout.
En un video que nos proporcionó un testigo presencial en Nasser, soldados de las FDI hacen rodar dos camas de hospital en las que se ven a sus ocupantes con las manos levantadas por encima de sus cabezas, atadas con cremalleras. Hemos comprobado que el video es auténtico.
En otras imágenes publicadas por las fuerzas israelíes también se puede ver a personas tumbadas en camas del hospital con las manos atadas con cremalleras y los brazos en una posición elevada similar. No sabemos quiénes son estas personas ni qué les ocurrió después de estas imágenes.
Las FDI sostuvieron que hacen “hincapié en que no se ataron las manos de los pacientes que no eran sospechosos de estar implicados en terrorismo».
Los médicos que se quedaron en el hospital tenían miedo de que les dispararan si desobedecían las órdenes de no abandonar el edificio, contó en una llamada telefónica con la BBC el 22 de febrero el doctor Hatim Rabaa, quien también trabajaba en el Nasser.
Sin embargo, relató, se atrevieron a bajar al patio a recoger agua, preocupados por la posibilidad de que los pacientes murieran.
«La gente se moría de sed. Sobre mis hombros llevaba tres galones de agua para poder dar de beber a la gente. ¿Qué otra cosa podía hacer?», se preguntó.
Varios médicos dijeron que las FDI no les concedían permiso para enterrar o incluso trasladar los cuerpos de los pacientes que murieron tras el operativo militar.
Los cadáveres permanecieron dentro de las instalaciones con el personal y los pacientes mientras empezaban a descomponerse, aseguraron los médicos.
«El olor se sintió por todo el departamento», dijo Rabaa. «Los pacientes gritaban ‘por favor, llévenselos de aquí’. Yo les decía ‘no está en mis manos'».
El doctor Rabaa formaba parte de un pequeño grupo de médicos elegidos para permanecer con los pacientes. Dijo que a él también lo habían dejado solo con ropa interior y le habían obligado a arrodillarse frente al servicio de urgencias, pero que después le habían llevado al edificio donde estaban los pacientes.
Dijo que no sabe qué les ocurrió a los compañeros que dejó en el patio.
La BBC planteó preguntas detalladas sobre las acusaciones al ejército israelí.
En su respuesta, las FDI le dijeron a la BBC que «se detuvo a unos 200 terroristas y sospechosos de actividad terrorista, incluidos algunos que se hicieron pasar por personal médico«.
Afirmaron que «se encontraron muchas armas, así como medicamentos cerrados destinados a rehenes israelíes».
Agregaron que habían operado de forma «precisa y concentrada, causando un daño mínimo a la actividad en curso del hospital y sin dañar a los pacientes ni al personal médico».