Desde la publicación de la primera encíclica sobre ecología, su eminencia el papa Francisco (6 meses antes de la celebración de la Cumbre de París, 2015), le dio como título a la expresión italiana “Laudato, si’ ” –en castellano, “Alabado seas”–, para referirse a preocupaciones globales que tienen que ver con el cuidado de nuestro planeta: el cambio climático, calentamiento global, la contaminación por residuos no biodegradables, energías renovables, y el consumo personal de las energías, entre otras.
La Universidad Católica Santo Domingo (UCSD), a través de su Decanato de Ciencias Religiosas ha acogido ese llamado de su Santidad, celebró su II Congreso Nacional de Ecología y Conciencia Ciudadana”, que se celebrará los días 15 y 16 de noviembre en el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.
La labor titánica de desarrollar un evento que tanto va a contribuir a nuestra ciudad de Santo Domingo y, en general, a la nación, se la debemos a la misionera y decana de la UCSD, la doctora Ángela Cabrera, por su poder de convocatoria de expertos y de funcionarios vinculados al tema del agua.
Me han dejado ver algunos de los objetivos de ese II Congreso, y es claro que todos tienden a “recuperar la identidad de la ciudadanía con tema del el agua”, en parte porque urge la aprobación de ley del agua, y en parte por aquello de que la ciudadanía asuma su rol en la gestión sostenible de este maravilloso recurso natural, es un deber y es un derecho.
Un puñado de expertos nos acompañará en los debates, paneles y conferencia sobre el agua para discutir y cambiar a nuestro favor problemas relacionado a “la seguridad hídrica, el agua potable y el saneamiento, los alcantarillados sanitario y pluvial, la erosión de los suelos y la disposición final de los residuos sólidos”.
Entre los temas centrales están: “El agua y la doctrina social de la iglesia” (Jovanny Kranwinkel), “Bioética del derecho del agua potable” (Rafael Bello Díaz), “El agua como derecho fundamental y constitucional” (Fidias Aristy), “La cultura del agua en la enseñanza primaria de RD” (Elfrida Pimentel), “La seguridad hídrica en RD a 2030” (Eliseo González), y por supuesto, “Análisis de la contaminación del agua y el cambio climático: causas y consecuencias” (Ramón Alburquerque), entre otros más.
Desde otro escenario aun más complejo y místico, se han escuchado las palabras de monseñor Jesús Castro Marte, auxiliar de la arquidiócesis de Santo Domingo nombrado por el papa Francisco y rector de la UCSD, el verdadero guía del tema en que cobró sentido las preocupaciones del cónclave, la conciencia ciudadana.
En fin, la evocación del agua como el protagonista del II Congreso rendirá sus frutos, gracias a los conocimientos de los seglares y los contemporáneos, a las instituciones involucradas que reconocen que todavía estamos a tiempo de cambiar el planeta y aprovechar mejor este sagrado líquido.