El rito de la comunión se celebra en silencio y guardando la distancia recomendada.
SANTO DOMINGO.-La Iglesia Católica celebró ayer el Día de Corpus Christi, la más solemne de todas las fiestas en honor al Cuerpo y Sangre de Jesucristo, que representa un homenaje a la eucarística y la presencia de Cristo-Dios en el pan y el vino.
Al presidir la solemne ceremonia con este motivo en la Catedral Primada de América, el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria Acosta, llamó a la población a no distraerse y a poner sus corazones en Cristo, que quiso quedarse en el pan y vino, por amor y la eucaristía. Significó que no se puede entender la vida de un cristiano sin la comunión con Dios y sus hermanos o semejantes.
“Al centrar nuestra mirada y mente en Cristo, lo hacemos en la eucaristía donde creemos firmemente que está Cristo presente, ese Cristo que nos ama y se entregó por nosotros, está en el sacramento de la eucaristía y esa centralidad de la eucaristía y vida del creyente tenemos que expresarla de distintas maneras, y vivirla permanentemente, la centralidad de Cristo en la eucaristía”, proclamó el Arzobispo Metropolitano.
Refirió que el Concilio del Vaticano II habla de que la eucaristía es “Fuente y culmen de la vida cristiana”: “De donde brota cristiana y culmen, hacia donde se dirige la vida.
Encíclica Papa Extrapolo y pidió reflexionar en esta ocasión sobre el mensaje del Papa Juan Pablo II sobre la encíclica de la eucaristía: La eucaristía hace la Iglesia y la eucarística hace la iglesia”.
Eso equivale a que la eucaristía es propiedad de la Iglesia y el sacerdote que la celebra en nombre de la Iglesia está haciendo el sacramento por mandato de Dios.
— Ora por enfermos
Osoria aprovechó la ocasión para orar por los enfermos del COVID-19, y dentro de estos pidió por la pronta recuperación del candidato a la Presidencia por el Partido Revolucionario Moderno, Luis Abinader.
