Santo Domingo.-La Iglesia Católica clausuró ayer la 56 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales con una misa oficiada por monseñor Raúl Berzosa, obispo misionero enviado especial del Papa Francisco, quien compartió con los feligreses presentes el mensaje del líder de los católicos en torno a la comunicación.

Explicó que lamentablemente la falta de escucha que experimentamos muchas veces en la cotidianidad es evidente también en la vida pública, en la que a menudo, en lugar de oír a los demás, ‘lo que nos gusta es escucharnos a nosotros mismo, lo que califica como un síntoma de que más que la verdad y el bien, se busca el consenso’.

Al leer el mensaje del Papa Francisco por la Jornada de la Comunicaciones, Berzosa señaló que la buena comunicación no trata de impresionar al público con un comentario ingenioso dirigido a ridiculizar al interlocutor, sino que presta atención a las razones del otro y trata de hacer que se comprenda la complejidad de la realidad.

“Es triste cuando también en la iglesia se forman bandos ideológicos, la escucha desaparece y su lugar lo ocupan contraposiciones estériles”, indica el mensaje.

En la misa el sacerdote Kennedy Rodríguez, resaltó la importancia de la jornada para promover la buena comunicación, sobretodo en estos tiempos de pandemia, en los cuales la tecnología y la información han ido creciendo considerablemente.

Escuchar a los demás
Indicó que el papa Francisco está pidiendo que se escuche a los demás, no solo en los medios de comunicación, sino en los hogares, las familias, los matrimonios, el mundo político y en cada uno de los estamentos sociales.
“Necesitamos más escuchar más al otro.

Quien es incapaz de escuchar al otro, llegará también el tiempo en el que será incapaz de escuchar a Dios”, precisó, el padre Kennedy.
Decenas de madres que acudieron a la misa del domingo fueron reconocidas y aplaudidas por los sacerdotes y feligreses presentes, por motivo del Día de las Madres.