Iglesia critica la debilidad institucional y violencia en el país

Santo Domingo.-Por medio de su mensaje la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) critica “la violencia y la desigualdad institucionalizada” que se evidencia en el país pese al crecimiento económico que ha experimentado la sociedad en los últimos años, y no se ha traducido en una reducción significativa de la pobreza.

Los obispos consideran injusto que la pobreza en el país se mantenga en un 40 por ciento, por encima de la media de Latinoamérica, que es de 25 por ciento.

Estos datos en su mayoría se deben al modelo excluyente de crecimiento económico, basado en el desasosiego y la violencia cotidiana en que viven en el país las personas de otras nacionalidades que habitan en su territorio.

Sin embargo, la Conferencia del Episcopado reconoció los avances alcanzados en el país en temas de emergencia, seguridad, educación y en el crecimiento de las organizaciones comunitarias.

Debilidad institucional

En torno a la debilidad institucional, dice la misma se percibe en casi todas las esferas básicas asociadas a la vida cotidiana: la salud, la vivienda, la sanidad, descanso, trabajo, la circulación pública.

Así como también la seguridad personal, la realización de contratos y la justa distribución de los bienes y servicios públicos.

El gasto público

La Conferencia del Episcopado señaló también que la debilidad institucional se refleja especialmente en los aspectos fiscales, es decir, en la manera en que el Gobierno recauda y gasta los recursos que son de todos los dominicanos.

Al gasto público todavía le falta mucha calidad, lo que a su vez es indicio de políticas públicas poco articuladas.

Los prelados aseguran que el gasto del gobierno no impacta la vida cotidiana, experimentando un sentimiento de inseguridad.

“La mayoría de la gente siente que el gasto del gobierno no impacta consistentemente su vida cotidiana”, dijo.

También el pacto eléctrico

Los sacerdotes criticaron el Pacto Eléctrico que promueve el Gobierno en su intento de mejorar el sistema energético, tras asegurar que el mismo también es una clara manifestación del vacío de institucionalidad del país, “que depende de un grupo de expertos”.

“Es cuestionable que el Estado en su visión política tenga que recurrir a “pactos” entre los actores cuyos intereses son meramente lucrativos”.

Estos males conocidos de nuestro sector eléctrico son: altos precios de la energía y elevados costos de distribución.