SANTO DOMINGO.-Eran las 3:06 de la tarde cuando fueron recibidos en la sede de la Conferencia del Episcopado Domininicano los restos del obispo emérito de la Diócesis de Barahona, monseñor Fabio Mamerto Rivas, quien murió en la madrugada del pasado sábado en Jarabacoa, provincia La Vega.

El cadáver fue recibido por el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria, y por el presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), monseñor Diómedes Espinal.

Durante el acto de recibimiento de los restos de monseñor Rivas, monseñor Francisco Ozoria hizo una oración y de inmediato fue ingresado el cadáver a la capilla de la Conferencia del Episcopado y procedieron a rezar el rosario en la despedida del obispo emérito de la Diócesis de Barahona. Ayer se ofició una misa de cuerpo presente en la Parroquia de Jarabacoa.

En el lugar hizo guardia de honor el ex-presidente Leonel Fernández, quien dijo que Rivas fue un hombre afable, vinculado siempre a la juventud, que desempeñó su papel de obispo de la Diócesis de Barahona y de provincias aledañas.

De su lado, el ministro de Educación, Andrés Navarro, expresó que para él fue un orgullo ver como un miembro de la familia salesiana se entregaba a la consagración a la iglesia, a la niñez y a la juventud.

Última morada

— Sepultura
Los restos del obispo emérito de la diocesis de Barahona serán velados en una misa de cuerpo presente en la catedral Santa Cruz de esa ciudad, dirigida por monseñor Andrés Napoleón, y sepultado a las 10 de la mañana.