Iglesia, aborto y chantaje

Iglesia, aborto y chantaje

Iglesia, aborto y chantaje

German Marte

Al pan pan y al vino vino. La presión que sin tregua y sin misericordia ejerce un sector de la Iglesia católica y parte de los protestantes es un chantaje burdo, vulgar, ante el cual el Gobierno, los congresistas, ni el resto de la sociedad estamos obligados a aceptar.

La observación que hizo el presidente Danilo Medina al Código Penal, para que se despenalice el aborto en casos muy específicos, es correcta, y no puede ser atacada desde la razón, por eso se recurre al dogma y a las amenazas, como hizo «Bonillita» con los mal llamados «cursillos de cristiandad» previo al golpe de Estado contra Bosch, o como ahora hace el padre Manuel Ruiz. Pero quienes así actúan, olvidan que la inquisición es cosa del pasado. Que vivimos en el siglo XXI.

No obstante, alienta saber que dentro de las iglesias hay voces como la del pastor Ezequiel Molina, como la del nuevo rector de la PUCMM, el sacerdote Ramón Alfredo de la Cruz Baldera y el padre jesuita Mario Serrano, que han advertido sobre lo peligroso que sería abordar temas como el aborto terapéutico desde una posición rayana en el fundamentalismo y fanatismo.

La ministra de Salud Pública, Altagracia Guzmán Marcelino, una médico pediatra de larga data, ha defendido la observación presidencial con argumentos científicos irrebatibles, como cuando señala los casos de embarazos ectópicos (cuando el feto se desarrolla fuera del útero), en los cuales es inevitable abortar, pues no hacerlo implicaría la muerte de la madre.

Pero ante tales argumentos, así como la de varios exrectores de la UASD y organizaciones de mujeres, la respuesta del enlace entre el Gobierno y la Iglesia católica ha sido la de renunciar y arreciar su embestida y amenazar con hacer que los legisladores que no se dobleguen a su posición «paguen caro por su osadía».

Ya ocurrió en 2010, a propósito de la modificación a la Constitución. La Iglesia, o mejor dicho, un sector de ella, recurre nuevamente al chantaje en un tema que no es de fe, sino de salud y más que nada de derecho, sobre todo de la mujer. ¡Que Dios los perdone!



German Marte

Editor www.eldia.com.do

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