¡Qué difícil y cómo desencanta dialogar en Twitter! Es casi imposible conversar mínimamente guardando las formas que madres o abuelos bien educados exigen al compartir en el hogar. Aparte de incordios, metiches y troles, algunos cacoerrolas sencillamente desconocen cómo dialogar o debatir civilizadamente.
Frecuentemente disparan insultos degradantes o soeces que hablan más de quien los dice que del agraviado. Si al menos tuvieran alguna chispa o ingenio, los insultos importaran menos.
Anteriormente referí el caso de un activista del ateísmo que alegaba en un tribunal floridano que celebrar fiestas religiosas judías o cristianas discrimina, porque ningún día oficialmente reconoce el ateísmo. El juez desestimó el caso y tras lamentos del abogado, respondió. “Su cliente es muy ignorante”, explicó calmosamente el magistrado, “pues el día 1ro de abril es ‘April Fool’s Day’ (día de los idiotas)
. El salmo 14 dice que los idiotas proclaman que Dios no existe. Por tanto, si su cliente dice eso, es un idiota. ¡Y ya tiene su día!”. Caray, ojalá prelados y tuiteros fueran tan sanamente ingeniosos…