Identidad y filosofía

Identidad y filosofía

Identidad y filosofía

David Alvarez

Ser dominicano es una forma secundaria al hecho de ser un hombre o mujer y la plenitud de esto último ha de iluminar y delimitar lo primero.

La dominicanidad no puede, no debe, ser un absoluto, so pena de convertir el proyecto de nación en una caricatura, o peor aún en un discurso que justifique formas autoritarias, machistas y xenófobas de ordenamiento social para el beneficio de quienes usufructúan la vida de las grandes mayorías, tal como acontece en nuestro país.

La filosofía en nuestra sociedad ha de brindar las claves que superen el discurso que justifica la explotación, no necesariamente postulando otros modelos sociales, si no encontrando y dando relevancia a las necesarias condiciones de reconocimiento de la dignidad de toda persona que vive en nuestro territorio y apuntado claramente a las pre-condiciones que son necesarias para la construcción de modelos políticos, económicos y sociales más afines a la dignidad de toda persona, o dicho de manera concreta, a una sociedad donde se viva cotidianamente lo que tanto ha costado impulsar en los últimos dos siglos: la declaración de los derechos humanos.

Conquistada esa plenitud de lo humano, otros pensadores dominicanos podrán en el futuro establecer nuevas metas para la humanización de todos los que viven en estos 48 mil kilómetros cuadrados y proponer al resto de la humanidad, nuevas claves en esa tarea siempre inconclusa, porque se alimenta de lo logrado para ver nuevos horizontes.

Es necesario que filósofos y filósofas ayuden a construir lo que somos y seremos.



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