Ceballos ha logrado que cada año unos 15 técnicos viajen a diferentes países a fortalecer sus conocimientos en el área. José De León
SANTO DOMINGO.-El huracán David desató la pasión por la meteorología en Gloria Ceballos y a la vez marcó el futuro profesional de la hoy directora de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet).
Esa vocación surgió porque en esa temporada Ceballos, con apenas 21 años, seguía la evolución de dicho fenómeno como una asignación del curso básico en Meteorología que cursaba en 1979.
En ese tiempo laboraba en el anterior Servicio Nacional Meteorológico como auxiliar calculista, que le permitía sostener sus estudios universitarios en la carrera de ingeniería..
Con emoción en el rostro, Ceballos recuerda, como ayer, aquel 30 de agosto de 1979, cuando el ciclón David entró a suelo dominicano a la una de la tarde por el sur.
Expresó que ese fenómeno la obligó a quedarse en las instalaciones de la Onamet por casi tres días.
Fue entonces, con esa experiencia, cuando Gloria Ceballos pensó en hacer otra carrera .
En ese tiempo cursaba el séptimo semestre de Ingeniería Cívil en la Universidad Autónoma De Santo Domingo (UASD), pero decidió hacer una pausa porque ganó una beca para estudiar licenciatura en Ciencias de la Tierra en España, el anterior Servicio Meteorológico de España, hoy Agencia Española de Meteorología, donde estuvo durante dos años .
Regreso al país
Ceballos cuenta que regresó al país en 1982 y de inmediato comenzó a laboral en el área de pronósticos en el aeropuerto de Las Américas, donde funcionaba la división de pronósticos.
Esta proactiva mujer no se quedó ahí, sino que continuó hasta terminar su carrera de Ingeniería Civil. “Fue una temporada difícil, pero no dejé mis sueños del bachillerato abandonados”, manifestó.
Una pausa para seguir
Las responsabilidades familiares provocaron que Gloria Ceballos tuviera que buscar un nuevo empleo en el área de ingeniería, pasando de predictora a ingeniera de proyectos en la Corporación del Acueducto de Santo Domingo (CAASD).
“Ya tenía tres hijos y las exigencias eran mayores, en la Onamet las remuneraciones no alcanzaban para cubrir los gastos”, explica.
Manifestó que lo mismo pasó con decenas de jóvenes que optaron por ejercer otras carreras por la falta de motivación y la carencia de tecnología que existía en esa institución en 1988.
Pero esa decisión le abrió paso a nuevas oportunidades, ya que se presentó la coyuntura de impartir docencia en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. Ceballos, además de meteoróloga e ingeniera pasó a ser catedrática de Estadística.
En esa academia estuvo hasta 2005, cuando fue designada directora de la Onamet. Ceballo ha impregnado un estilo dinámico y proactiva a esas funciones.
Gloria Ceballos, al asumir el cargo, enfrentó grandes retos, desde la carencia de equipos, falta de personal técnico, y falsa percepción de pronósticos inciertos que existía en esa entidad antes de llegar a la misma.
Explica que los niveles de precisión en esa época no eran tan exactos como ahora porque no había las herramientas tecnológicas que existen en la actualidad.
Ceballos señala que la meteorología está relacionada a la física, la estadística y las probabilística y si no se tienen todos los elementos para sustentar los pronósticos, los datos serán menos acertados.
“Si no están las herramientas habrá mayor grado de incertidumbre”, dijo Gloria Ceballos.
Transformaciones
Conociendo esas debilidades Ceballos entró a la Onamet con la intención de sanear esos males y convertirlos en fortalezas.
Y para el año 2006 inició la transformación de esa entidad, enviando al extranjero a jóvenes con conocimiento de inglés e Informática a formarse en el área.
Con los pronósticos que esos profesionales hacían y el uso de la tecnología se recuperó la credibilidad, ya que estos eran cada vez más acertados.
La funcionaria citó como otros avances la formación de técnicos por parte de la Organización Meteorológica Mundial y las facilidades en equipos tecnológicos que esa entidad suministra a los servicios locales, gracias a los convenios de colaboración que se han realizado.
“Esa entidad, además, le facilita el acceso a los softwares de la evolución de los fenómenos atmosféricos”, expresó Ceballos. La funcionaria agregó que la misma permite la participación de un meterolólogo durante la temporada cliclónica .
Debilidades
Por superar y superadas.
Como directora de Onamet, ¿qué siente que hace falta en esa institución ?
Aun hay muchos retos que enfrentar, uno de ellos es atraer más jóvenes a la Oficina Nacional de Meteorología a ofrecer sus habilidades.
Por eso quisiera tener un mayor presupuesto para nuevas contrataciones, porque los que tenemos están saturados de trabajo.
También que los recursos económicos que se asignen no solo sea para sostener los proyectos de otras entidades que tienen vinculación con la meteorología, ya que solo están usando la Onamet para el levantamiento de datos.
Con la falta de personal, ¿cómo se hacen para dar servicios ?
Tenemos una demanda de servicio muy elevada, la gente tiene que estar como ‘pulpo’ en mesas de trabajo con los ministerios de Medio Ambiente y Agricultura, Turismo y la Comisión Nacional de Emergencías.
¿Qué hace además de trabajar en la Onamet ?
Soy docente en la Universidad Tecnológica de Santiago, donde continúo enseñando Métodos Cuantitativos para los Negocios, desde el año 2004.
¿Cuál ha sido el mayor reto en esta institución?
El mayor reto fue la tormenta Noel, con esta aprendí a tener mayor comunicación con los medios de comunicación, ya que cuando pasó ese fenómeno la información no llegó a la población como esperábamos para prevenir más desastres.
