Existen redes de personas que apoyan económicamente a las familias acogedoras de los niños. Fuente externa
SANTO DOMINGO.-Detrás de la tragedia del feminicidio quedan las víctimas invisibles, que son los niños y adolescentes huérfanos, en quienes este flagelo social destruye gran parte de las premisas que sustentan su seguridad y confianza.
Su sufrimiento va más allá de perder a papá o mamá, también pierden todo su entorno, escuela, amigos y comunidad, lo cual les sumerge en un mar de preguntas sin respuestas.
En esta situación está inmersa la familia de Aimee Rowland, de 33 años, asesinada a martillazos por su esposo José Gómez, quien luego se suicidó, dejando en la orfandad una niña de siete años y un niño de uno.
“Es un episodio que no quiero revivir y con la ayuda de Dios trato de superar”, expresó Mirfak Rowland, la mayor de dos hermanas, con el corazón en la man.
Un desgarrador adiós
No hay forma de describir el desgarrador momento en que la niña dio el último adiós a su madre frente al féretro, refiere Mirfak, “solo el que lo vive sabe lo que se siente”.
Los niños permanecen bajo la custodia de los tíos paternos, cedida voluntariamente por la familia materna, quienes mantienen una relación fraternal, pues hasta el momento se desconocen los motivos del feminicidio.
Niños en la orfandad
Desde 2015 a junio de este año cerca de 400 mujeres murieron a manos de parejas o exparejas, según la Procuraduría General de la República Dominicana.
Y desde el mismo periodo a la fecha existen 398 menores de edad en condición de orfandad, 223 son masculinos y 175 son femeninos, los cuales están dentro del Protocolo de Atención de Niños, Niñas y Adolescentes Huérfanos por Feminicidios, datos que maneja el Ministerio de la Mujer.
Sin embargo, lejos de desaparecer, la amenaza del flagelo aumenta, ya que a tres de cada cuatro victimarios que golpean, hieren o abusan de mujeres, solo se les impone garantía económica como medida de coerción y quedan sueltos, según la Oficina para el Desarrollo de la Mujer de la provincia Hermanas Mirabal y otras instituciones promujer de esa comunidad.
Experiencia traumática
Para el psicólogo Luis Vergés, perder a los padres de forma violenta es la más estresante y traumática de todas las experiencias, que coloca a los niños en una situación de desamparo emocional e influye para que vean al mundo como un lugar peligroso y catastrófico.
“Por esta causa tienden a ser vulnerables, con alteraciones del sueño y en su estado de ánimo, sufren nostalgia, miedo, problemas de concentración, alimentación e irritabilidad”, dijo el especialista.
Uno de los trastornos más frecuentes, según Vergés, es el estrés postraumático, el cual se manifiesta con pensamientos invasivos e insoportables sobre la experiencia vivida, aparecen en forma de pesadillas, imágenes y recuerdos constantes e involuntarios.
Protocolo de atención
El Protocolo de Atención a Niños, Niñas y Adolescentes Huérfanos por Feminicidio es una herramienta de protección y garantía de los derechos de los niños en situación de vulnerabilidad. Lo desarrolla la Vicepresidencia de la República y el Ministerio de la Mujer a través de sus 52 Unidades Provinciales de Atención en todo el país, entre otras instituciones.
Por este medio brindan asistencia legal, psicológica y económica a las familias acogedoras de los niños , según informó Rita Aponte, de la dirección de violencia del Ministerio de la Mujer. R ealizan 4 actividades en el año, de integración y orientación.
Protocolo de atención
—1— El Gobierno
Verifica que los niños tengan acta de nacimiento, seguro médico y gestionan el ingreso en la escuela y cuido.
—2— A las familias
Brindan tratamientos de salud, construyen casas e impulsan emprendimientos.
—3— Mayores
Gestionan becas y empleos a los que cumplen mayoría de edad.