SANTO DOMINGO.-Por tratarse de un recurso cristalino, la huella hídrica o impacto ambiental que deja el hombre con el derroche de agua en la elaboración de productos y uso cotidiano representa un “crimen de la humanidad” que pocos perciben.
Estudiosos alertan que la próxima guerra mundial será por agua potable ya que esta sustancia líquida sin olor, color, ni sabor es uno de los servicios ecosistémicos más preciados.
Muy pocos microorganismos como ciertas bacterias o arqueas sobreviven sin ella, mientras que para el ser humano sería imposible.
Esa es la razón por la que Laura Rosario Sánchez, encargada de Redes del Sistema Nacional de Áreas Protegidas de República Dominicana (SINAP), del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, cuestiona el desperdicio de agua que implica la elaboración de productos que, en algunos casos, podrían reducirse abandonando el consumismo.
Indicadores
“Parecería que la gente entiende que se trata de un recurso infinito y, resulta que, el estilo de vida insostenible que lleva el humano promedio está acabando con los recursos naturales.
Para ello, se han desarrollado indicadores medioambientales que buscan dar a conocer o cuantificar este impacto. En el caso que compete hoy: la huella hídrica”, refiere la técnica.
Para ella, la huella hídrica define el volumen total de agua dulce utilizada para producir bienes y servicios que habitualmente se consumen, y cuánto cuesta fabricar en unidades de litros o metros cúbicos.
Rosario Sánchez cita algo sencillo como fabricar un pantalón jean, que deja grandes secuelas ambientales a las que no se presta atención, observando que todo inicia con la confección del tejido de algodón, que toma unos 8 mil litros de agua.
“Luego de fabricada la tela, hay que ensamblar la prenda y producirla como tal, en esto se estima un consumo de 2 mil litros de agua (y ni hablar de la huella de carbono, pues se emiten unos 13 kilogramos de CO2)”, precisó.
A todo eso, al jean se le añaden unos 10 kg de colorantes y químicos que son grandes contaminantes del agua; cada lavada es más contaminación. Cuando la pieza llega a manos del usuario, también gasta unos mil 500 litros.
Cambio hábitos
Datos recientes de la FAO dicen que para producir un litro de leche se utilizan mil litros de agua. Destaca que no trata de convencer a nadie de ser vegetariano, pero calcula que si diez millones de personas sustituyeran el consumo de carne en una de sus comidas por una proteína vegetal, ahorraría un gasto de agua a nivel mundial equivalente al contenido de 5,000 piscinas olímpicas.
Estima que siendo así la huella hídrica promedio mundial de carne de res sería de unos 15mil 400 litros/kilogramos.
Como ambientalista, dice que no hay que satanizar las cosas y dejar de consumir, pero sí ser conscientes del impacto que tienen las actividades antropicas en el planeta y tratar de adoptar un estilo de vida sostenible.
Rosario insta a que la gente cierre la llave al fregar los trastes, al cepillarse y bañarse, ya que dejar correr el agua por unos segundos equivale a unos 5 litros de agua por persona; también reducir el consumo de carne.
Para reducirla
— Sugerencias
Para reducir la huella hídrica, se deben comprar solo la ropa necesaria, o adquirirla de segunda mano, y en el caso del jean, Laura insiste daño aplica o es similar en toda la industria textil, que luego del petróleo es la más contaminante.