Los Ángeles.- La disputa entre los actores y guionistas de Hollywood –actualmente en huelga- y los grandes estudios es una “lucha perdida” que podría causar daños de 4.000 millones de dólares en la economía estadounidense, según expertos consultados por EFE.
“Asumiendo que la huelga de los actores dure de 30 a 60 días, sumando la de los guionistas, se estima que existirán pérdidas de 4.000 millones de dólares a nivel nacional”, dijo en una entrevista con EFE el jefe de estrategia global del Instituto Milken de California, Kevin Klowden.
El impacto negativo que el cese de actividades ya está teniendola actualidad hace que el analista considere que el conflicto sea un enfrentamiento que “nadie va a ganar”, aún cuando ambas partes encuentren una solución.
El Sindicato de Actores (SAG-AFTRA) inició un paro laboral histórico el jueves pasado -el primero que se desarrolla a la vez que los paros del Sindicato de Guionistas (WGA) en 63 años- después de que no llegaran a un acuerdo para la firma de un nuevo convenio colectivo con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP).
Esto ha paralizado la producción, rodaje y promoción de proyectos audiovisuales, afectando no solamente a gente de la industria del entretenimiento, como salas de cine y canales de televisión extranjeros, sino a todos los sectores de apoyo, de la misma manera que empresas de catering, construcción, renta de vestuario, limpieza, logística, transporte, etc.
Los actores exigen regulación de la inteligencia artificial (IA), remuneraciones más altas en las compensaciones que reciben los artistas cada vez que un servicio de “streaming” vende los derechos de una producción a un nuevo mercado, así como aumentos en los salarios mínimos, entre otras demandas.
Mientras que la AMPTP contrarresta las peticiones alegando que la industria aún no está totalmente recuperada de la pandemia y que la inestabilidad del modelo económico de las plataformas de “streaming”, basado en suscripciones, siguen siendo inestables y poco rentables.
“Ambos bandos reconocen que la industria ha cambiado gracias al ‘streaming’ y prácticamente todos están discutiendo cómo van a dividir el dinero que se genera de las plataformas”, comentó a EFE Robert Thompson, profesor de la Universidad de Siracusa (EE.UU.) y fundador del Centro Bleier para la Televisión.
DURACIÓN Y FUTURO
Haciendo un análisis de la duración que han tenido otras huelgas de Hollywood en el pasado, Mark Young, especialista en entretenimiento y profesor de la Escuela de Negocios Marshall (Universidad del Sur de California), consideró “muy complicado» intentar predecir el tiempo que permanecerá esta situación, pero prevé que podría tratarse de varios meses.
Thompson tampoco puede estimar una fecha exacta para el fin del paro, pues cree que los problemas que se tienen que abordar en las negociaciones son “mucho más complicados” que en las huelgas anteriores.
“No hay señales de que la huelga vaya a terminar pronto. A decir verdad, no creo que se resuelva en septiembre. No parece haber ningún movimiento en esa dirección”, explicó Thompson. Klowden es un poco más optimista al respecto y ve posibilidades en que el paro termine a finales de agosto para evitar afectaciones más severas en los calendarios de rodaje y producción de más títulos.
“Creo que habrá un empuje por parte de todos para al menos acercarse a algún tipo de acuerdo, aunque sea a corto plazo”, anotó Klowden. El experto incluso valoró que el desbloqueo de las negociaciones del AMPTP con el SAG-AFTRA haría que el WGA también logre un acuerdo en su convenio.
DESCONTENTO DE TRABAJADORES EN EE.UU.
Las huelgas de Hollywood no son las únicas en activo en Estados Unidos en la actualidad. Recientemente los trabajadores hoteleros, representados por el sindicato Unite here! Local 11 del sur de California y Arizona, mantuvieron un paro de labores por 5 días, mientras que miles de trabajadores de la empresa de transporte de paquetes más grande de EE.UU., UPS, pertenecientes a la unión de Teamsters, amenazan con iniciar una huelga el 1 de agosto.
Los cuatro gremios tienen en común exigencias que incluyen aumentos salariales y mejoras en las condiciones de trabajo.
“Podemos observar que las empresas ven a la mano de obra como un riesgo de coste. Y que con la tecnología solo buscan empujar a eficiencia en todos los sectores, pero todo tiene un límite”, esbozó Klowden. El experto añadió que ésta no es una lucha de los trabajadores -especialmente de los de Hollywood- en contra de las nuevas tecnologías, sino que pretende establecer reglas que protejan la integridad de sus empleados a partir de su regulación y el establecimiento de normas que describan lo que se puede hacer o no con ellas.