MIAMI — El relevista dominicano Huáscar Brazobán está disfrutando de un gran inicio de temporada con los Mets de New York. En los primeros siete partidos del equipo de Queens en la campaña, el dominicano ha sido utilizado como relevista en tres de ellos.
Su labor ha sido hermética y valiosa. Ha lanzado cinco entradas y un tercio en blanco, permitiendo apenas dos hits, otorgando un boleto y propinando cinco ponches.
El miércoles, los Mets extendieron su juego frente a los Marlins hasta 11 entradas y se quedaron sin lanzadores. Luego de irse arriba 6-4 en la apertura de la oncena entrada, el dirigente Carlos Mendoza trajo al zurdo Danny Young, quien Javier Sanoja como el corredor fantasma en la segunda base, permitió sencillo empujador a Xavier Edwards. Young otorgó boleto a Kyle Stowers para colocar corredores en segunda y primera, que representan el empate y el gane sin out. Young se recuperó y ponchó a Griffin Conine.
En esa situación, Mendoza sólo tenía disponible a Max Kranick, quien había lanzado tres entradas el martes, y a Brazobán. Lo que significaba que Brazobán seguiría lanzando hasta el final del juego, sin importar la entrada.
"Era su juego", dijo Mendoza después de que Brazobán saliera al campo para terminar su juego.
El jugador de 35 años, en su cuarto año en las Grandes Ligas, eligió el momento oportuno para su primer salvamento, eludiendo el peligro con un par de outs decisivos y mostrando el ritmo lento que necesitan los relevistas en los últimos partidos, en una exhalación con una victoria por 6-5 en 11 entradas sobre los Marlins en el LoanDepot Park el miércoles.
Contra los Marlins, con quienes lanzó en 97 juegos entre 2022 y 2024 antes del canje en la fecha límite que lo envió a Queens, Brazobán tuvo su primera oportunidad de cerrar la puerta. Primero, Jonah Bride bateó una pelota elevada al jardín derecho para avanzar la carrera del empate a la tercera base.
Con dos outs, Brazobán recurrió continuamente a su mejor lanzamiento: Cuatro sinkers potentes después, el último en la esquina exterior, para ponchar a su compatriota Otto López y así poder levantar el puño en señal del triunfo.
"Es realmente diferente", reconoció, a través del intérprete Alan Suriel, sobre la emoción de dominar un juego en lugar de lanzar en las primeras entradas. "Es casi como si el juego fuera un poco más rápido en una situación como esa".
El puesto de Díaz no corre peligro, pero Brazobán, cuyo puesto en la plantilla ni siquiera estaba asegurado hasta que Paul Blackburn ingresó en la lista de lesionados justo antes del inicio de la temporada, ha presentado argumentos sólidos para seguir en este bullpen.
En sus dos primeras salidas de la temporada, salvó los brazos de otros relevistas al demostrar que podía lanzar múltiples entradas, lanzando dos entradas y media en blanco en su debut de temporada antes de lanzar dos entradas en blanco en su siguiente salida.
En su tercera, necesitaba conseguir entre dos y un sinfín de outs. Afortunadamente para él y los Mets, requirió el mínimo.
"Bastante impresionante", dijo Mendoza.
