Santo Domingo.- Será hoy a las dos de la tarde cuando el Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional decida si envía a la cárcel a la autoproclamada “neurocientífica” Elizabeth Silverio.
En este caso, el Ministerio Público solicita una condena de 10 años de prisión, el pago de 50 salarios mínimos, las costas penales del proceso y la destrucción de todos los títulos falsos, el sello y la instrumentación utilizada para cometer los delitos.
El pasado viernes, la autodenominada neurocientífica afirmó estar preparada para cualquier decisión del tribunal, que hoy escucha las conclusiones.
“Debemos estar preparados para todo en la vida. En una situación de intereses y poder, debemos tener claro que, aunque nos preparamos para lo mejor, debemos estar listos para recibir lo peor. Con valentía y gallardía, enfrentaremos cualquiera que sea la decisión del juez”, expresó Silverio.
Silverio es acusada por el Ministerio Público de violar los artículos 147, 148 y 405 del Código Penal Dominicano, así como los artículos 92, 93 y 157, numeral 7, de la Ley 42-01, y el artículo 62 de la Ley 66-97, Ley General de Educación. También se le imputa la violación de los artículos 13 y 396 de la Ley 136-03 sobre la Protección de los Derechos Fundamentales de los Niños, Niñas y Adolescentes.
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El artículo 147 del Código Penal Dominicano establece: “Se castigará con la pena de tres a diez años de reclusión mayor a cualquier persona que cometa falsedad en escritura auténtica o pública, o en las de comercio y de banco, ya sea que imite o altere las escrituras o firmas, o que estipule o inserte convenciones, disposiciones, obligaciones o descargos después de cerrados aquellos, o que adicione o altere cláusulas, declaraciones o hechos que debían recibirse o hacerse constar en dichos actos”.
Según el documento del órgano acusador, Elizabeth Silverio Silien engañó y estafó a los padres, haciéndoles creer que era una profesional de la salud, mediante el uso de documentos falsos, con los cuales ofrecía atenciones psicoterapéuticas, realizaba consultas, evaluaciones, medicaciones y elaboraba informes con recomendaciones para aplicar psicoterapias, rubricando y sellando con un sello gomígrafo que contenía un exequátur falso e inexistente.
El expediente indica, además, que las acciones de Silverio provocaron un grave daño emocional, psicológico y psíquico en perjuicio de los menores, especialmente aquellos con Trastorno del Espectro Autista.
Las investigaciones demostraron que los títulos universitarios exhibidos por Silverio Silien eran falsificados y que no había cursado estudios en las universidades mencionadas. Además, se le acusa de operar bajo una falsa identidad corporativa y de utilizar sellos y exequátur falsos para respaldar sus servicios.
El Ministerio Público realizó allanamientos donde se encontraron documentos fraudulentos en la residencia de Silverio Silien y en Kogland, S.R.L., el centro registrado bajo el cual operaba.
Los padres de los niños coincidieron en señalar que habían sido estafados al pagar por servicios no autorizados ni avalados por las autoridades pertinentes, lo que les llevó a perder a sus hijos, incluso en el transcurso del año escolar, generando un perjuicio económico para sus familias.
El juicio de fondo determinará la responsabilidad penal de Silverio Silien por los hechos que se le imputan.