Berlín.- Hoy, 31 de octubre de 2022 se cumplen 505 años desde que Martín Lutero clavara sus 95 tesis contra la venta de indulgencias en la puerta de la iglesia de Wittenberg (Alemania), origen de la reforma protestante y de diversas iglesias con millones de fieles.
El “Año Lutero” comienza este lunes, el punto culminante de lo que la Iglesia evangélica alemana -la organización protestante más grande del país- ha llamado la década de la reforma, en la que se han impulsado diversos actos para difundir su historia.
La intención inicial de Lutero, según el consenso actual entre los historiadores, no era generar un cisma dentro del cristianismo, sino reformar por dentro la Iglesia católica y las prácticas que consideraba corruptas.
El núcleo de su argumentación contra la venta de indulgencias era que la salvación se lograba por la gracia, no por las obras, con lo que pagar dinero a la Iglesia por el perdón de los pecados no tenía sentido.
Es decir, nadie se salva por sí mismo, sino por la voluntad de Dios, y lo único que le queda al ser humano es, con humildad y sin sobrevalorar sus propios méritos, procurar ser digno de la gracia divina día a día.
El segundo pilar de la teología luterana era la lectura directa de la Biblia, cuyo mensaje Lutero oponía en muchos aspectos a la doctrina oficial católica y, ante todo, al comportamiento de muchos clérigos.
La Iglesia, además, a su juicio, no tenía el monopolio de la interpretación de la Biblia, sino que cada creyente tenía que confrontarse con ella. Otro elemento clave, sobre todo en la práctica, fue la abolición del celibato, que generó en las casas de los pastores protestantes un nuevo tipo de familia.
Las tesis de Lutero fueron un estímulo para otros reformadores en otros lugares de Europa, que agregaron nuevos elementos a un movimiento que rompería la unidad de la cristiandad en el Occidente de Europa.
La fundación de nuevas iglesias respondió en ocasiones a razones fundamentalmente teológicas, como el caso de Calvino en Suiza, o ante todo políticas, como ocurrió con Enrique VIII en Inglaterra con la Iglesia anglicana.
En Alemania, la cuna de la reforma, la organización protestante más grande es la Iglesia Evangélica, que en realidad es una federación de 20 iglesias distintas, algunas luteranas y otras calvinistas, con 24 millones de fieles.
A nivel internacional, destaca la Federación Luterana Mundial, a la que pertenecen 145 iglesias y 74 millones de fieles y que el próximo lunes conmemorará en Suecia los 500 años del cisma junto al papa Francisco.
No obstante, la libertad religiosa sobre la que se asienta la reforma protestante hace que, junto a esas grandes organizaciones, coexistan muchas pequeñas iglesias en diversas partes del mundo.
Afiliadas o no a entidades más grandes, mantienen siempre una independencia doctrinal y teológica de acuerdo con lo que Lutero llamaba en uno de sus escritos más conocidos “la libertad del cristiano».
Ello hace que dentro del protestantismo haya tanto corrientes extremadamente conservadoras y hasta fundamentalistas, como se ve con frecuencia en algunas iglesias en EEUU y en Latinoamérica, como otras altamente progresistas.
En todo caso, la flexibilidad de sus estructuras ha permitido a los protestantes avanzar en muchos aspectos más rápidamente que los católicos, como en el caso del sacerdocio femenino.
*Esta historia fue publicada originalmente en octubre 31, 2016