En todas las iglesias es tradicional celebrar misas de la Solemnidad de Todos los Santos, en la que se recuerda las palabras dadas por Jesucristo y sus Apóstoles acerca del descanso eterno y la reunión con Dios padre.
Santo Domingo.– Hoy como en muchos países se celebra en República Dominicana, el Día de Todos los Santos, cuya festividad es cristiana y tiene lugar el 1 de noviembre en la Iglesia Católica y el primer domingo de Pentecostés en la Iglesia ortodoxa.
En el día de “Todos los Santos” no se festeja sólo a los beatos o santos que están en la lista de los canonizados y que la Iglesia celebra en un día especial del año; se celebra también a todos los que no están canonizados pero viven ya en la presencia de Dios.
Es decir, que la Iglesia incluye en esa lista a los parientes o aquellas personas rectas y ejemplares que tiene cada persona y que no fueron canonizados, ni se les hizo una pintura o escultura, ni se les rinde culto público, pero que también merecen ser festejados este día.
Esta fiesta tradicional aparte de ser celebrada en el país, también países como España, Colombia, Guatemala, México, Perú, Bolivia, Filipinas, Chile, Estados Unidos, Canadá, Brasil, Paraguay y Argentina festejan y es frecuente que las grandes catedrales exhiban las reliquias de los santos.
Este día se festeja con la idea de contrarrestar la tradición no cristiana que deja el día predecesor, que es la celebración de Halloween, la cual tiene lugar cada 31 de octubre y es dedicado a celebrar a los monstruos y a las brujas.
La historia de esta fecha se remonta al papa Gregorio III (731-741) quien consagró una capilla en la Basílica de San Pedro a todos los Santos y arregló el aniversario para el 1 de noviembre. Más adelante, a mediados del siglo IX, Gregorio IV extendió la celebración a toda la Iglesia.
En esta fecha, se venera a todos los santos que no tienen una fiesta propia en el calendario litúrgico y por tradición es un día festivo, no laborable y de precepto para los católicos, es decir deberán participar de la Santa Misa.
Esta fecha religiosa es la antesala al Día de los Fieles Difuntos, popularmente conocida como Día de los Muertos, que se conmemora el 2 de noviembre.
Por ello, es costumbre la visita masiva a los camposantos para “coronar” con arreglos florales las tumbas de los seres queridos y por la noche, algunas personas mantienen como tradición las velaciones, que consiste en permanecer en vigilia de oración a la luz de las velas hasta el amanecer o quizás por unas horas para rogar por la salvación del alma de un familiar o amigo.
*Artículo publicado originalmente el 01 de noviembre de 2017