Santo Domingo.-«Y que no me digan en la esquina, el venao el venao, eso a mí me mortifica, el venao, el venao», quién no escuchó y hasta tarareó alguna vez este contagioso merengue en la voz de Ramón Orlando.
Hoy, en Italia se celebra la «Festa dei Cornuti», la «Fiesta de los Cornudos» en honor a San Martín, obispo de Tours y patrón de todos aquellos a quien su pareja ha engañado.
Esta tradición se originó en Rocca Canterano, un pueblo italiano de 200 habitantes, y se remonta a la antigua Roma, época en la que muchos legionarios al volver de la batalla eran recompensados con lujosos cuernos llenos de monedas.
Pero poco después, al regresar a casa, en algún caso tras varios años de ausencia, se encontraban con que su esposa había buscado algún amante que mantuviera calientes sus sábanas.
Actualmente, se celebra un espectáculo el domingo más cercano al 11 de noviembre, el cual es presidido por un personaje al que llaman el «Gran Cornudo del Año», quien lleva los enormes cuernos que simbolizan la infidelidad.
Mientras la procesión atraviesa el pueblo, varios graciosos y cuenta cuentos van explicando historias satíricas populares de cornudos, cantando y haciendo sonar instrumentos medievales.
Estos actores suelen aprovechar la oportunidad para reírse amablemente de cualquier personaje famoso cuyos cuernos se hayan convertido en públicos.
En el país no se celebra oficialmente este día, pero muchos se divierten murmurando por lo bajo cuando a alguien, no importa que sea familiar o amigo, es víctima de la infidelidad de su pareja.
De hecho, ningún dominicano se enorgullecería de que lo llamen «venao», tanto es así que más de uno pagó con su vida la osadía de tararear la canción de Ramón Orlando delante de un cornudo, por aquello de que delante de un ahorcado no se puede mencionar soga.