Santo Domingo.-Hoy, José Ramírez Ferreras (Tito) cumpliría 24 años de edad, y para celebrarlo había organizado una “espaguetada” con sus compañeros de trabajo, sin embargo, esos mismos amigos de labores tuvieron que acompañar ayer a los familiares de Tito al camposanto para dar el último adiós al joven que era “ejemplo de trabajo” para ellos.
Tito fue uno de los tres compañeros de trabajo que fallecieron el sábado en la tarde al tocar un cable del tendido eléctrico en momentos que desmontaban una carpa colocada en una finca de Villa Altagracia, tras concluir una campaña de reforestación del Tribunal Constitucional.
Junto con Tito murieron Alexander Martínez Ferreras, de 26 años, y Rosendo Correa de Jesús, de 40.
Hijo y trabajador ejemplar
Familiares, amigos y vecinos del callejón ubicado a pocos metros de la calle 23 del barrio Pueblo Nuevo, en Los Alcarrizos, están devastados por la muerte de Tito, quien el sábado preparaba una maleta para ir a visitar a su madre al distrito de La Caleta, cuando recibió una llamada para que fuera a desinstalar la carpa que habían levantado.
Su ropa quedó lista, mas su madre fue quien acudió a Los Alcarrizos a despedirse del cuerpo de su vástago.
Vecinos y amigos lo definieron como un “muchacho bueno y trabajador” que pasaba su tiempo del trabajo a su casa, y un amante del básquetbol.
“Muy trabajador desde chiquito. Nunca se metió en ningún problema, Eso da pena. Por un lado, doy gracias a Dios que él no perdió la vida atracando ni robando, sino trabajando”, expresó un compungido Brunel Daofin, padre de crianza de José Ramírez Ferreras.
“Era un muchacho excelente, muy trabajador y siempre vivía alegre”, con esas palabras definió Julio Moreta a su excompañero.
Fue Julio quien manifestó que Tito iba a celebrar su cumpleaños hoy con una “espaguetada” en su casa.
Luto extendido
Para Moreta la tragedia afecta tanto a los familiares de las víctimas como a todos los empleados de la empresa subcontratista y a los sectores Pueblo Nuevo y Las Mercedes, del municipio de Los Alcarrizos.
Y es que mientras velaban a Tito en Pueblo Nuevo, familiares de Alexander Martínez Ferreras salían con su cuerpo hacia el cementerio a sepultarlo.
Martínez Ferreras tenía un mes y medio trabajando en la empresa, en la cual era chofer, con eso mantenía a los tres hijos de nueve, seis y un año, respectivamente, quienes junto a su madre y abuela, eran consolados por familiares.
Sepultado en SC.
El cadáver de Rosendo Correa de Jesús fue trasladado a San Cristóbal, donde sus familiares lo sepultaron en el día de ayer.
Empresa asume.
La empresa para la que laboraban los tres hombres asumió los gastos de los tres sepelios, y estuvo acompañando a los dolientes.