Siempre se ha sostenido que el dominicano posee “muy mala memoria”, que acontecimientos históricos y de otra índole, al cabo de poco tiempo pasan totalmente desapercibidos por toda la sociedad.
Empero, al parecer todavía hay instituciones que echan por el suelo esa creencia casi generalizada sobre lo “olvidadizo” del dominicano.
Ese es el caso de la Asociación de Cronistas Deportivos de Santiago, que todos los años, en forma rigurosa, recuerda a los caídos en la tragedia de Río Verde, fatal acontecimiento acaecido en las lomas de la sección Jaigüey de la jurisdicción de Yamasá, provincia Monte Plata.
En ese accidente de aviación fallecieron los 32 integrantes del Santiago B.B.T. cuando venían de jugar un partido con el seleccionado las Estrellas del Sur en Barahona.
Mañana se cumplen 70 años de ese fatal accidente que enlutó para siempre a decenas de familias dominicanas, y los cronistas y la sociedad de Santiago han sido consistentes en recordar a todos los que murieron ese día.
Recuerdo que en una ocasión visité el lugar de la tragedia en compañía del teniente general Ramiro Matos González, quien como artista realizó una escultura con los restos de la aeronave, que podía ser observada desde los aviones que sobrevolaran la zona.
Desconozco si a esa obra artística le han dado el debido mantenimiento, o si, como sucede con muchas otras cosas importantes, la han dejado abandonada a su suerte.
Desde Barahona despegaron dos aviones rumbo a Santiago, uno aterrizó en Santo Domingo, y el otro, comandado por el teniente piloto Ramón Hernando Ramírez, siguió para Santiago, pero el mal tiempo lo atrapó, conduciéndolo al trágico desenlace.
