Santo Domingo.-Tras asumir el hospital Dr. Robert Reid Cabral en una situación dramática y al bordo del colapso con una deuda superior a los 154 millones de pesos, con el crédito cerrado, el centro labora a plena capacidad, aseguró este martes el director del centro de salud al rendir la memoria del primer año de gestión.
Clemente Terrero dijo que recibió la planta física del hospital deteriorada, con salas descuidadas y antihigiénicas; baños averiados; cinco salas de internamiento cerradas; 19 de los 31 ventiladores averiados; la mitad de las máquinas de anestesia, el arco en C del quirófano y el endoscopio gástrico, todos dañados, los que un año se repararon y hoy están en función.
Dijo que se rehabilitaron, todos los quirófanos, y tras estar averiados algunos, hoy las ocho salas funcionan a toda capacidad, además, se aumentó el suministro de ropas quirúrgicas, y fueron rehabilitados los evaporizadores de las salas de cirugía, así como los equipos de Rayos X portátiles.
Otros equipos encontrados averiados, según Terrero, fueron el tomógrafo, los equipos portátiles de rayos X, la bomba de infusión, las memorias de los monitores, las baterías del UPS del tomógrafo y el autoclave (esterilizador), que fueron reparados y se usan en sus respectivas áreas.
Sostuvo que en su gestión encontró descuidado los quirófanos, con cuatro de las ocho salas del quirófano inoperantes, y una sala de esa área convertida en almacén, situación ya corregida y funcionan sin problema.
Otro mal hallado por Terrero al asumir el 7 de septiembre del 2020, fueron la escasez de ropas quirúrgicas, la morgue dañada, el archivo del hospital cerrado, las consultas ambulatorias semiparalizadas y las cirugías electivas paralizadas por la pandemia del Covid-19.
«Pero a esto se agrega el desorden administrativo, una deuda de más de 154 millones de pesos, el crédito cerrado, un cementerio de equipos dañados e inservibles que ocupaban tres espacios de parqueos del hospital; un área de facturación que no pasaba de 8.5 millones de pesos mensuales, que logramos aumentar a 16 millones mensuales», declaró.
Asegura Terrero que el ornato del hospital lo encontró descuidado, carente de higiene y limpieza; furgones en varias áreas, el personal hospitalario desmotivado, inconforme Y disgustado, una oficina de Recursos Humanos donde los expedientes se extraviaban Y un desorden en la administración.
Indicó que para superar y recuperar la situación calamitosa que afectaban el desenvolvimiento y funcionamiento del hospital, aplicó austeridad y reajustes, se reunió con los suplidores a los que pidió confiar en él y le prometió pagar hasta el último centavo a cambio de que le restablecieran el crédito.
Explicó que su gestión logró abrir cuatro salas cerradas, entre estas las 332 y 326 de neurocirugía y neumología, las consultas ambulatorias, y convocó a los médicos a asistir a sus trabajos tomando medidas de seguridad y protocolos requeridos por la pandemia.
Precisó que se compraron las bacterias del UPS del tomógrafo que tenían dos años dañadas; se repararon los equipos de tomografía, los ventiladores de la Unidad de Cuidados Intensivos, y el autoclave (esterilizador), mientras se espera uno nuevo.
Otros logros realizados en el primer año por Terrero en el Robert Reid Cabral, están reparación del tubo del endoscopio de gastroenterología, limpieza, pintura y adecuación del área externa, y señalización y adecuación de los parqueos.
En el último año de gestión del centro de referencia nacional, se crearon la Unidad de farmacovigilancia, control de insumos y medicamentos; de facturación, sala de Neurología; Unidad de Compra y contrataciones, Unidad de Admisión, nueva área de parqueo y construcción frontal del depósito de desechos sólidos del hospital.
Terrero enfatizo que un logro importante de su gestión, es el manejo administrativo, conformado por un equipo de hombres y mujeres honestos, serios y trabajadores, que, sin importar las precariedades, presiones y diferencias, nunca se perdió el control, y manejamos todo con calma, firmeza, y serenidad, aplicando todos los pasos para reducir gastos innecesarios y la dilapidación de recursos».
Expuso que la gestión pasada en su primer año dejó una deuda al hospital de 40 millones de pesos, y en el segundo otros 50 millones, sumando 90 millones, y su gestión hasta al 30 de julio del 2021 tuvo cero deudas, además de que se cumplió con los compromisos contraídos con acreedores y suplidores.
Agregó que la deuda del hospital al 30 de agosto del 2020 fue de 154 millones 732 mil 304 pesos con 46 centavos, y hasta el 30 de julio del 2021 pasado se mantuvo en 154 millones 792 mil 914 pesos con 15 centavos, reflejando un incremento de 60 mil pesos, además destacó que la facturación de 8.6 millones al mes aumentó en 16 millones 200 mil pesos mensuales.
Significó el doctor Terrero que su gestión no recibió 10 millones de pesos de la subvención; y pese a eso pagó cinco millones de pesos de incentivos del Senasa al personal de salud, y que envío al Servicio Metropolitano de Salud, la nómina del pago de $7 millones, la que se espera su aprobación.
«Si sumamos los $50 millones de la deuda, los $10 millones que no recibimos de los fondos reponibles, totalizan 60 millones de pesos que, divididos en los 12 meses del año, suman 5 millones mensuales, lo que significa que el hospital ahorra cinco millones de pesos al mes por concepto de ahorro en deudas», subrayó Terrero.