¿Nos preguntamos si llevamos bien la cuenta de los doctorados de los últimos tiempos en nuestro país?, ¿si estamos al pendiente de los aportes significativos o los méritos académicos de nuestros docentes?, ¿cuáles universidades están al corriente de doctorar a sus docentes? Luego de ser testigo de lo que hace el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología (Mescyt), por los procesos formales de estudios e investigación de cuarto nivel, para formar doctores en las diferentes áreas del conocimiento, siento que debo compartir con los lectores algunas de las impresiones que ha dejado en nuestra conciencia la entrega del ´Doctorado Honoris Causa en Educación´, al flamante ministro del del Mescyt, el doctor Franklin García Fermín, a quien la Universidad Adventista Dominicana (UNAD) le rinde el más alto reconocimiento, sirviendo de inspiración y motivación a tantos estudiantes y académicos que de manera positiva vinculan la academia y la sociedad, generando un cambio en el desarrollo, la innovación y un compromiso social ineludible.
Particularmente, nos motiva el hecho especial del evento en que 27 docentes dominicanos reciben su grado doctoral en Educación, en la Universidad Adventista Dominicana.
Al ofrecer su discurso de agradecimiento por la alta distinción recibida, el doctor García Fermín enfatizó que República Dominicana necesita, más que nunca, de hombres y mujeres formados, comprometidos, críticos, curiosos, dispuestos a investigar, a enseñar con pasión y a servir con sentido ético (sic).
Se refirió a que la educación superior es, sin lugar a dudas, uno de los pilares más poderosos para impulsar el desarrollo económico, social e institucional. Y dentro de esa misión, la investigación científica desempeña un rol decisivo: investigar es comprender, innovar, proponer, cambiar. Ningún país avanza sobre la base de intuiciones; avanza cuando sus universidades producen conocimiento relevante, cuando sus docentes investigan, cuando sus estudiantes se convierten en protagonistas de una cultura de rigor y pensamiento crítico (sic). Es decir, necesitamos más doctores.
De acuerdo al Sistema de la Carrera Nacional de Investigadores que está regulado por el MESCYT a partir de las convocatorias 2018-2024, el país cuenta con poco más de 2,035 investigadores; el 46 % de mujeres, y el 53 %, de hombres. De esos investigadores, entre 960 y 1,000 investigadores son doctores; eso equivale al 2.4 % del total de la población de todos los docentes universitarios del país.
Al ofrecer consejos a los graduandos, destacó ideas muy interesantes para los nuevos doctorandos, por ejemplo: “Ser doctor no es una meta; es un punto de partida. Es una invitación a seguir investigando, a seguir enseñando, a continuar elevando la calidad educativa en todos los niveles.
Eso, porque el país necesita más estudios sobre nuestras propias realidades, más datos, más análisis, más propuestas basadas en evidencia. Necesita que la academia siga dialogando con la sociedad, con la escuela, con las comunidades, con las políticas públicas”. García Fermín nació en San Francisco de Macorís, un 17 de enero de 1957.
