Pekín.- China anunció hoy que Hong Kong suspenderá un tratado de asistencia judicial mutua entre EEUU y la ciudad semiautónoma en respuesta a la cancelación de tres acuerdos bilaterales entre Washington y la excolonia británica que facilitaban la extradición de presos y ciertas exenciones fiscales.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Zhao Lijian afirmó en rueda de prensa que se trata de una contramedida a la decisión estadounidense, anunciada el miércoles, y que calificó de «errónea».
En la misma línea, el Gobierno hongkonés condenó hoy también la decisión estadounidense y en un comunicado aseguró que «se trata de una medida que sólo busca crear problemas en las relaciones entre China y Estados Unidos usando a Hong Kong como peón».
EEUU alegó que la suspensión de los acuerdos se debe a la imposición de «medidas drásticas» por parte de China que afectan a esa región: «El Partido Comunista Chino ha tomado medidas drásticas para erosionar el alto grado de autonomía que la propia Pekín prometió al Reino Unido y al pueblo de Hong Kong durante 50 años», señaló ayer el Departamento de Estado en un comunicado.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, lamentó en su cuenta de Twitter que China haya decidido «aplastar las libertades y la autonomía de Hong Kong».
Frase a la que Zhao respondió hoy reiterando que «los asuntos de Hong Kong son asuntos internos de China y nadie puede inmiscuirse en ellos».
Los tres acuerdos terminados por EEUU procuraban la entrega de fugitivos, el traslado y los prisioneros condenados y exenciones fiscales recíprocas sobre los ingresos del transporte marítimo internacional.
La decisión de Washington forma parte de sus represalias por la aprobación de la controvertida ley de seguridad nacional sobre Hong Kong, que busca prohibir todo acto de «subversión contra el Gobierno» central chino en Hong Kong y que Trump considera una vía para «oprimir» a ese territorio.
En mayo, Trump ya ordenó a su Gobierno reducir al mínimo el trato preferencial que da a Hong Kong, un estatus que contribuyó a que esa antigua colonia británica se convirtiera en centro financiero global a lo largo de las dos últimas décadas.
Más tarde, en julio, el presidente estadounidense firmó un decreto que ponía fin al trato económico y comercial especial que su Gobierno daba a Hong Kong.