TEGUCIGALPA . – Los hondureños eligen a un sucesor del impopular presidente Juan Orlando Hernandez el domingo, en elecciones que pudieran sacar del poder a su Partido Nacional después de 12 años. La candidata con más probabilidades de lograrlo es Xiomara Castro del izquierdista Partido Libertad y Refundación. La ex primera dama aspira por tercera vez a la presidencia y es la única de 13 candidatos opositores con chances de derrotar al sucesor escogido por Hernández, Nasry Asfura, el alcalde de Tegucigalpa.
Tal es el nivel de desconfianza entre los hondureños en el proceso electoral que muchos temen que pudiera haber disturbios no importa quién gane. Luego de una larga contienda cargada de irregularidades en el 2017, las calles se llenaron de manifestantes y las autoridades impusieron un toque de queda.
Tres semanas más tarde, Hernández fue declarado ganador pese a que la misión observadora de la Organización de Estados Americanos llamó a una repetición de los comicios. Al menos 23 personas murieron. Esta vez los negocios en las principales avenidas de la capital no están corriendo riesgos, protegiendo con tablas las vidrieras el sábado. Más de 5,1 millones de hondureños están registrados para votar en casi 6.000 colegios electorales en el país. Además de un nuevo presidente, escogerán un nuevo congreso, nuevos representantes al Parlamento Centroamericano y en una serie de contiendas locales.
Los expertos dicen que las elecciones dependerán de si aquellos insatisfechos con el Partido Nacional acuden a las urnas en números suficientes para derrotar a la poderosa maquinaria electoral del presidente. Numerosos hondureños han reportado haber recibido llamadas telefónicas del partido ofreciendo varios pagos y otras prestaciones del gobierno y recordándoles que votasen. Algunas llamadas ofrecieron organizar transporte a los sitios de votación. En un mundo vapuleado por la pandemia de coronavirus, Honduras puede incluir esa apenas como una de las crisis que ha enfrentado.
El año pasado, el país fue devastado por dos poderosos huracanes. El desempleo fue de 10,9% el año pasado y la economía se contrajo 9%. Las pandillas siguen aterrorizando las calles, forzando, junto con factores económicos, a muchos hondureños a emigrar.
La corrupción existe con impunidad tal que los hondureños han tornado sus esperanzas a fiscales federales estadounidenses en Nueva York. Los fiscales ganaron una sentencia a cadena perpetua para el hermano de Hernández, Juan Antonio “Tony” Hernández, por narcotráfico, y han acusado al presidente de financiar su ascenso político con dinero de las drogas, aunque no han presentado cargos contra él. Juan Orlando Hernandez ha negado las acusaciones.
Las condiciones parecen favorables para Castro, pero hay dudas sobre cuánto cambio ella pueda generar. Su esposo, José Manuel Zelaya, fue derrocado por las fuerzas armadas en un golpe en el 2009. Fiscales estadounidenses le han vinculado con sobornos de narcotraficantes, algo que el rechaza.